Insólitas - 29/12/20 - 07:45 PM

Empleado pide 808 permisos por enfermedad, demanda a la empresa y gana el juicio

Tras un pleito legal luego de ser cesado, un juzgado ordenó a la empresa pagarle alrededor de USD 130 mil dólares por despido injustificado

 

Por: Infobae -

Un trabajador de la automotriz Jaguar Land Rover, quien se tomó 808 días de trabajo por licencias de enfermedad a lo largo de 20 años y fue cesado, ganó una batalla legal contra la compañía luego de argumentar que su depido había sido injustificado.

En consecuencia, una corte ordenó al gigante automovilístico abonarle a Vic Rumbold una cifra cercana a los USD 129.255 en concepto de pago por enfermedad.

Rumbold estuvo ausente por varias razones durante sus casi 20 años en la empresa. No acudió al trabajo por motivos de salud, lesiones en el trabajo y, en una ocasión, una presunta agresión.

El gerente de lanzamiento, Jon Carter, que realizó una revisión de empleo de la empresa, dijo: “Honestamente, (es el) peor récord de ausencias que he visto: 808 turnos, el precio para la organización es de casi £100.000 (USD 134.852). No ha pasado un año desde 2000 con récord de asistencia completo”.

No obstante, Juez del Tribunal Johnson, en su informe, concluyó que JLR no aplicó adecuadamente los Procedimientos de Gestión de Asistencia y “no había llegado razonablemente a una etapa en ese proceso en la que pudieran considerar el despido”, que efectuó en 2018.

“En el mejor de los casos habrían llegado a una etapa en la que el demandante podría haber recibido asesoramiento o una advertencia sobre sus ausencias y la necesidad de mejorar para evitar una sanción adicional”, dijo el Juez.

Y agregó: “En pocas palabras, (ellos) deberían haber seguido sus propios procedimientos y en el momento en el que decidieron desestimar al demandante, esta no fue una sanción que estuviera dentro del rango de respuestas razonables disponibles para ellos”.

Rumbold experimentó problemas en la cadera a principios de 2018 y le diagnosticaron necrosis avascular, que causa dolor crónico. El dolor era tan intenso que no pudo trabajar del 12 de marzo al 13 de agosto de ese año y médicos determinaron que necesitaba hacerse una operación de reemplazo de cadera, que habría imposibilitado su asistencia a la planta por otras 12 semanas.

Cuando JLR se enteró de la discapacidad, al Sr. Rumbold, que había trabajado en la línea de montaje de automóviles, se le realizó una serie de pruebas para potencialmente tener roles alternativos.

Indicó que se le ofreció anotar los números de registro de los vehículos, lo que le permitía sentarse y usar un bastón, por al menos un mes.

Sin embargo, lo hizo solo por una semana. El Sr. Rumbold describió el trabajo como un “papel inventado para que vuelva al trabajo”. “Espero que trabajen en mis necesidades y me pongan en un trabajo que pueda hacer”, dijo.

En noviembre, a Rumbold le dieron el trabajo de “sellador” al final de la línea de pintura, con lo que dijo que luchó porque significaba caminar alrededor de cada automóvil cuatro veces.

También afirmó que se le prohibió usar su bastón por temor a dañar la carrocería de los motores.

En una reunión, le dijeron al Sr. Rumbold que JLR estaba investigando su falta de contacto mientras estuvo ausente, su ausencia después de que se le negara la licencia por vacaciones, el hecho de que no se habían proporcionado pruebas para una cita médica y un nivel “inaceptable” de absentismo.

Las cosas llegaron a un punto crítico en una revisión de empleo de diciembre.

El acta de esa revisión, presidida por el Sr. Carter, informaba al trabajador: “Cuando miramos su entusiasmo por volver, no está ahí”.

“Cada persona y cada centavo marca la diferencia. Faltó o llegó tarde a 11 citas de salud ocupacional. Lo considero inaceptable. El nivel de ausencia (durante los) últimos 18 años cuesta alrededor de USD 100.000. Necesitamos considerar la conducta, la ausencia y la evidencia de entusiasmo para regresar. Tenemos el potencial para futuras ausencias después de su operación”, agrega la carta.

A Rumbold, dictaminó el juez del tribunal, se le debería haber permitido completar su juicio en su puesto y se debería haber tenido en cuenta la nota de un médico. Como consecuencia de la manera en que se desarrolló el pleito, dictaminó que la automotriz estuvo en falta y ordenó la indemnización correspondiente.

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