Jueves de Sexo - 11/10/18 - 12:00 AM

Pornografía puede causarte disfunción eréctil

Según el urólogo y sexólogo Fernando Serrano, consumir demasiada pornografía puede causar a largo plazo disfunción eréctil.

 

Por: Marlene González [email protected] -

Sabes qué es la disfunción eréctil pornoinducida, para que tengan conocimiento, este es el término que le han dado psiquiatras, urólogos, psicólogos y terapeutas sexuales al problema de erección de muchos hombres que prefieren disfrutar de una porno que tener una buena dosis de sexo con su pareja.

Según el urólogo y sexólogo Fernando Serrano, consumir demasiada pornografía puede causar a largo plazo disfunción eréctil, a esto se llama disfunción eréctil pornoinducida, y es más frecuente de lo que la gente cree. “Desde jóvenes, la curiosidad sexual, la alta frecuencia de deseo y las limitaciones de obtener toda la frecuencia sexual que se desea inducen a las personas a consumir pornografía junto a la masturbación para satisfacer las necesidades naturales”, afirma Serrano.

Cuando se ve porno, el cerebro segrega grandes cantidades de dopamina, mientras más porno se consumem, mayores cantidades son vertidas al sistema nervioso central, el cual en un determinado punto de sobresaturación puede verse obligado a desactivar parte de sus receptores para poder tolerar la avalancha neuroquímica.

El sexólogo explica que la pornografía está diseñada para captar la atención y crear adicción a su consumo. Cuando se llega a este punto de adicción se pierde el estímulo y causa menos satisfacción tener sexo. “El problema no solo se queda allí, cuando la persona va a establecer relaciones interpersonales con una pareja sexual, la naturaleza del estímulo puede no ser tan intensa como la que le ha venido proporcionando la pornografía, por lo tanto, comienzan a manifestarse las fallas eréctiles ante la necesidad de un mayor umbral de estimulación para poder alcanzar niveles de satisfacción”, añade el experto, que expresa que “una vez al año no hace daño, consumir material pornográfico en principio no tiene por qué ser dañino, es el exceso y la cronicidad es lo que puede poner en peligro la salud sexual”.

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