Despiden a una de 3 las víctimas mortales de la masacre en California
El obispo de San José, Oscar Cantú, calculó después que unas 800 personas acudieron al templo.
Familiares y amigos de la adolescente Keyla Salazar usaron marcadores de diferentes colores, para escribir mensajes en su ataúd blanco antes de su funeral, el primero que se realiza para las tres víctimas mortales de la masacre perpetrada en un festival de alimentos en California.
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“Keyla, eres un ángel. ¡Nunca te olvidaremos!”, se leía en uno de los mensajes. Otro decía: “Keyla, te quiero con todo el corazón”.
Se realizó una misa en inglés y español en la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe en San José, sólo dos días después de que la niña de dulce sonrisa hubiera cumplido 14 años.
Su madre y otros familiares vistieron camisetas con una foto de la menor, que aparecía con una risita y una corona de flores de papel rosado.
Fue el primer funeral para alguna de las tres víctimas de la masacre del 28 de julio, cuando Santino William Legan se metió al popular Festival del Ajo en Gilroy y abrió fuego con un rifle tipo AK-47 hecho en Rumania. En la masacre también murieron: Stephen Romero, de 6 años, de San José; y Trevor Irby, de 25 años, de Romulus, Nueva York. Más de una docena de personas resultaron heridas.
Legan, de 19 años, se quitó la vida después de que policías le dispararon varios tiros, dijeron funcionarios. Las autoridades no han determinado el móvil del ataque ocurrido durante el fin de semana, antes de otro tiroteo en Texas y uno más en Ohio, los cuales dejaron 31 muertos en conjunto.
Las autoridades dijeron el martes que a través de una investigación, descubrieron que Legan tenía una “lista de blancos” que incluía organizaciones religiosas, edificios federales y los dos principales partidos políticos de Estados Unidos. El hallazgo hizo que el FBI abriera un caso de terrorismo nacional.
No se permitió el ingreso de la prensa a la iglesia, pero la familia divulgó un comunicado antes del servicio.
“Era una niña a la que le encantaba la ciencia y tecnología, crear videos ingeniosos, hacer reír a todos”, decía. “Lo que más quería era estudiar una carrera de animación, diseño y crear personas e historias”.
“Todos querían a Keylita y ella siempre la llevaremos en nuestros corazones por las hermosas y puras enseñanzas de vida que nos dejó”.
El obispo de San José, Oscar Cantú, calculó después que unas 800 personas acudieron al templo.
“Ella era la chispa y el gozo de la familia”, dijo Cantú a los reporteros. “Ella siempre abrazaba a todos los integrantes de la familia, especialmente cuando tenían un mal día. Ese es el legado que nos deja”.
Se planea un entierro privado en Palo Alto, cerca de allí. Keyla hubiera cumplido 14 años el domingo, cuando la familia quería ir al lago a celebrar, dijo su tía Katiuska Pimentel.