Mundo - 07/4/23 - 04:30 PM
Engrillados, la dolorosa tradición de Viernes Santo en México
Los participantes acudieron desde temprano al santuario de Santa María de Guadalupe para prepararse y realizar su recorrido, que comienzan con una oración para que todo salga bien.
Con fe y dolor, salieron este Viernes Santo a las calles los engrillados, mexicanos que se colocan cadenas y espinas en el cuerpo para peregrinar por el municipio de Atlixco, del estado de Puebla, centro del país.
LEE TAMBIÉN: Papa no acudirá al Via Crucis y seguirá en el Vaticano
Los participantes acudieron desde temprano al santuario de Santa María de Guadalupe para prepararse y realizar su recorrido, que comienzan con una oración para que todo salga bien.
Los hombres se despojan de su ropa para quedarse con una túnica pequeña que simula un taparrabo, que es lo único que cubrirá su cuerpo, mientras unos van descalzos y otros en sandalias.
Se colocan en el atrio de la iglesia para iniciar el ritual, en el que primero se cubren los rostros con telas, algunas con dos agujeros para los ojos, mientras otros esperan la guía de un acompañante durante todo el trayecto.
Los devotos se colocan cadenas de hasta 20 kilos enredadas por la espalda y pecho, otras van sujetadas en los tobillos y una larga queda suelta para que la arrastren en cada paso.
Además, los engrillados se colocan espinas recolectadas de campos del municipio en piernas y brazos.
Estas las coloca otra persona, quien con pinzas o con la mano las arroja con fuerza para que se adhieran al cuerpo.
Los participantes cuentan que está procesión cuenta con más de 105 años de tradición, en la que también participan mujeres, jóvenes y personas de la tercera edad.
Abril Ramírez, engrillada, compartió con EFE que es la nieta del primer engrillado que existió en Atlixco, por lo que a sus 24 años decidió participar, para cumplir con una promesa y sentir el dolor que su bisabuelo sintió al tener cáncer.
“Yo siento el dolor que sienten las personas con cáncer, siento que este dolor no se compara con lo que él sintió, lo hago por él, estoy feliz, sin duda alguna, segura de mi objetivo”, afirmó.
Acompañada de la imagen religiosa La Sagrada Familia, recorrerá los 4 kilómetros que comprende la procesión, y aseguró que esta representa la cercanía que tiene con su padre, quien siempre la acompaña en sus decisiones.
Fernando García, engrillado de 17 años, refirió que tiene una promesa de seis años, por lo que este 2023 es la segunda vez que participa.
“Yo hago mí pedimento por una promesa que hice, por seis años, tienes que venir preparado, tienes que pensar antes lo que vas a hacer y porqué lo vas a hacer, debes tener uno o varios motivos de porqué lo vas a hacer, esto no es un juego, lo tienes que hacer ya sea por tus pecados, por juramentos, por algo que hiciste mal lo tienes que pagar”, confesó.
Los hombres se despojan de su ropa para quedarse con una túnica pequeña que simula un taparrabo, que es lo único que cubrirá su cuerpo, mientras unos van descalzos y otros en sandalias.
Se colocan en el atrio de la iglesia para iniciar el ritual, en el que primero se cubren los rostros con telas, algunas con dos agujeros para los ojos, mientras otros esperan la guía de un acompañante durante todo el trayecto.
Los devotos se colocan cadenas de hasta 20 kilos enredadas por la espalda y pecho, otras van sujetadas en los tobillos y una larga queda suelta para que la arrastren en cada paso.
Además, los engrillados se colocan espinas recolectadas de campos del municipio en piernas y brazos.
Estas las coloca otra persona, quien con pinzas o con la mano las arroja con fuerza para que se adhieran al cuerpo.
Los participantes cuentan que está procesión cuenta con más de 105 años de tradición, en la que también participan mujeres, jóvenes y personas de la tercera edad.
Abril Ramírez, engrillada, compartió con EFE que es la nieta del primer engrillado que existió en Atlixco, por lo que a sus 24 años decidió participar, para cumplir con una promesa y sentir el dolor que su bisabuelo sintió al tener cáncer.
“Yo siento el dolor que sienten las personas con cáncer, siento que este dolor no se compara con lo que él sintió, lo hago por él, estoy feliz, sin duda alguna, segura de mi objetivo”, afirmó.
Acompañada de la imagen religiosa La Sagrada Familia, recorrerá los 4 kilómetros que comprende la procesión, y aseguró que esta representa la cercanía que tiene con su padre, quien siempre la acompaña en sus decisiones.
Fernando García, engrillado de 17 años, refirió que tiene una promesa de seis años, por lo que este 2023 es la segunda vez que participa.
“Yo hago mí pedimento por una promesa que hice, por seis años, tienes que venir preparado, tienes que pensar antes lo que vas a hacer y porqué lo vas a hacer, debes tener uno o varios motivos de porqué lo vas a hacer, esto no es un juego, lo tienes que hacer ya sea por tus pecados, por juramentos, por algo que hiciste mal lo tienes que pagar”, confesó.