Irán pasa a la defensiva para justificar el derribo del dron estadounidense
Las coordenadas, las advertencias emitidas y el hallazgo de restos del dron en sus aguas territoriales fueron los datos que Irán presentó ante Naciones Unidas y ante la embajada suiza en Teherán, que representa los intereses de Estados Unidos en este país.
Las autoridades iraníes defendieron hoy el derribo de un avión no tripulado estadounidense aportando pruebas para demostrar que el aparato violó el espacio aéreo de Irán con el fin de realizar labores de espionaje, lo que niega Washington.
Las coordenadas, las advertencias emitidas y el hallazgo de restos del dron en sus aguas territoriales fueron los datos que Irán presentó ante Naciones Unidas y ante la embajada suiza en Teherán, que representa los intereses de Estados Unidos en este país.
Esta ofensiva diplomática coincidió con las informaciones publicadas por el diario "The New York Times" de que el presidente estadounidense, Donald Trump, aprobó el jueves un ataque selectivo contra Irán, pero suspendió la orden antes de que el Pentágono la ejecutase.
Las partes del aparato derribado fueron mostradas en Teherán a algunos medios oficiales iraníes después de ser recuperadas en aguas territoriales de Irán, según la Fuerza Aeroespacial de los Guardianes de la Revolución, cuyo sistema de defensa Jordad 3 disparó el misil tierra-aire que abatió el dron.
"El hecho de que Irán posea partes de los restos del avión no tripulado demuestra que este había violado el espacio aéreo iraní y había estado realizando actos de espionaje", aseveró Amir Ali Hayizadeh, comandante de esa Fuerza Aeroespacial.
Hayizadeh indicó que las fuerzas iraníes emitieron varias advertencias al dron estadounidense, la última de ellas a las 3.55 hora local, diez minutos antes de su derribo cerca del estratégico estrecho de Ormuz.
"Desafortunadamente" no hubo respuesta, dijo el comandante, quien alertó de que la seguridad nacional de Irán es la "línea roja" de la Guardia Revolucionaria, designada en abril pasado grupo terrorista por Washington.
La ubicación del aparato, un dron de vigilancia no armado MQ-4 Triton, es el punto de disputa entre Washington y Teherán, ya que el primero niega que violara el espacio aéreo iraní y afirma que fue abatido en aguas internacionales.
Por ello, el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, insistió en que el dron despegó de Emiratos Árabes Unidos "en modo oculto y violó el espacio aéreo iraní" al ser dirigido a las coordenadas 25°59'43"N 57°02'25"E, cerca de la zona de Kuhe Mobarak.
LEE TAMBIÉN: Derribo de un dron en el golfo Pérsico eleva la tensión entre Irán y EEUU
"Hemos recuperado restos del avión militar estadounidense en NUESTRAS aguas territoriales, donde fue derribado", aseguró Zarif en un mensaje de Twitter, en el que adelantó que Irán llevará este caso ante Naciones Unidas.
De hecho, la misión iraní entregó una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, con información exacta sobre las zonas y las coordenadas a las que llegó el avión no tripulado estadounidense dentro del espacio aéreo de Irán.
El texto, que también recoge las repetidas advertencias de radio, destaca que el dron realizó un sobrevuelo en el estrecho de Ormuz hasta el puerto iraní de Chabahar y que "había apagado su equipo de identificación".
"Aunque la República Islámica de Irán no busca la guerra, se reserva el derecho inherente, en virtud del Artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas, a tomar todas las medidas necesarias contra cualquier acto hostil que viole su territorio, y está decidida a defender con fuerza su tierra, mar y aire", indica la misiva.
Además de ante la ONU, el Ministerio de Exteriores de Irán ofreció esta información hoy al embajador suizo en Teherán, Markus Leitner, a quien convocó para que transmita una queja oficial a EEUU.
Durante la reunión, el director general de Relaciones Exteriores para América, Mohsen Baharvand, dijo que Teherán responsabiliza a Washington por "el resultado de tales acciones provocadoras" y que responderá a cualquier agresión.
Tanto Baharvand como Zarif aseguraron que, pese a este incidente, Irán no busca una guerra con EEUU, pero la crisis entre ambos países no hace más que agudizarse en el golfo Pérsico, donde Washington ha aumentado además su despliegue militar.
La tensión en la zona es elevada desde el pasado mayo, cuando cuatro petroleros fueron saboteados en un puerto emiratí, poco después de que Estados Unidos no renovara las exenciones a la compra de petróleo iraní.
Washington responsabilizó a Teherán de este sabotaje, así como del ataque a dos buques cisterna la semana pasada, unos sucesos de los que Irán se ha desvinculado y acusado a EEUU y sus aliados regionales.
Ante esta escalada, Estados Unidos prohibió a sus aerolíneas comerciales sobrevolar el golfo Pérsico y las compañías KLM y Lufthansa anunciaron que evitarán el estrecho de Ormuz, mientras que la comunidad internacional expresó su gran preocupación.