Mundo - 13/2/21 - 12:30 PM
Llega el cuarto vuelo de Aerolíneas Argentinas con nuevas dosis de Sputnik-V
Por el momento se sigue vacunando a personal sanitario (de manera escalonada, según el riesgo de su actividad, que en total son unos 763.000 trabajadores).
Un avión de Aerolíneas Argentinas, la aerolínea de bandera del país, aterrizó este viernes en el aeropuerto bonaerense de Ezeiza con un cuarto cargamento de vacunas Sputnik-V procedentes de Rusia, el mismo día en que el país ha superado las 50.000 muertes por covid-19.
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En esta ocasión, el vuelo AR1065, que retrasó seis horas su despegue por una tormenta de nieve, trasladó desde Moscú un total de 400.000 dosis del preparado.
"Recibimos el cuarto vuelo de @Aerolineas_AR con 400.000 dosis de Sputnik V. El mayor cargamento de vacunas que transportamos hasta el momento, lo que requirió adaptar la cabina de pasajeros. Una gran satisfacción seguir cumpliendo con esta importante fundamental para el país", escribió en la red social Twitter el presidente de la compañía, Pablo Ceriani.
"Una operación de más de 40 horas, que se vio demorada por una fuerte tormenta de nieve en el aeropuerto de Moscú. Quiero destacar el compromiso y profesionalismo de todas las áreas de Gobierno involucradas y de todo el equipo de @Aerolineas_AR", agregó Ceriani.
Según indicaron fuentes oficiales a Efe, el cargamento trae 200.000 dosis del primer componente y 200.000 del segundo.
La nueva remesa llegó luego de que el país reportara 2.015.496 casos de coronavirus y 50.029 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
EL CUARTO VIAJE
La aerolínea argentina ya hizo otros tres vuelos a Moscú en búsqueda de las vacunas producidas por el estatal instituto Gamaleya ruso, que por el momento son las únicas que se están administrando en el país austral.
La primera remesa, con 300.000 dosis del primer componente, llegó el 24 de diciembre pasado, y comenzaron a ser administradas cinco días después, cuando Argentina inició la campaña de vacunación a personal de salud mayor de 18 años que trabaje en primera línea de atención de covid-19.
Fue el 14 de enero cuando partió el segundo avión para recoger otras 300.000 dosis pero del segundo componente, complementario al primero y que debe administrarse 21 días después.
Y el 28 de enero arribó a Buenos Aires el hasta ahora último vuelo realizado a Moscú, con un tercer cargamento de vacunas compuesto por 220.000 dosis totales del preparado (110.000 del primer componente y 110.000 del segundo).
Argentina cuenta ahora con un total de 600.000 dosis de cada componente, lejos de los 5 millones que, según el contrato firmado con el Fondo Ruso de Inversión Directa, se preveía recibir en enero y los 14,7 millones previstos en febrero, y a gran distancia de países como Chile, donde más de 1,5 millones de personas han sido vacunadas con al menos una dosis.
LEJOS DE LA CANTIDAD PREVISTA
A principios de este mes el presidente argentino, Alberto Fernández, conversó con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y le pidió que quede garantizado el suministro en su país y América Latina.
Putin, según informó la Presidencia argentina, le dijo a Fernández que se está aumentando la producción para que el país reciba el volumen acordado (30 millones, según expresó la semana pasada el ministro de Salud, Ginés González García) y aseguró que Rusia "aprecia la manera como Argentina valora a Sputnik V, a la que calificó como segura y efectiva".
La demora de las vacunas y la desconfianza que generaba la Sputnik-V antes de que la revista The Lancet publicara que tiene una eficacia del 91,6 %, había generado fuertes críticas por parte de la oposición, contra las que el propio Fernández se mostró irónico este martes: "Hasta hace 20 días atrás yo era un envenenador serial. Había comprado unas vacunas para envenenar a la gente. Y ahora, no sé cómo pasó, pero me piden por favor que consiga veneno para todos los argentinos", sentenció.
EL PLAN DE VACUNACIÓN
Según datos oficiales, desde el 29 de diciembre, cuando inició el plan de vacunación voluntaria, 367.665 personas han sido inoculadas con la primera dosis en Argentina -que tiene alrededor de 45 millones de habitantes- y 222.185 obtuvieron también la segunda, que ha de aplicarse a partir de 21 días de la primera.
Por el momento se sigue vacunando a personal sanitario (de manera escalonada, según el riesgo de su actividad, que en total son unos 763.000 trabajadores) y, por orden, los siguientes serán los adultos mayores de 70 años, los de 60, personal de Fuerzas Armadas y seguridad, adultos de 18 a 59 años de grupos en riesgo y otras poblaciones estratégicas.
Además de la vacuna rusa, y mientras avanzan conversaciones con otros laboratorios, Argentina ha cerrado hasta ahora contratos para recibir vacunas próximamente con la británica AstraZeneca (más de 22 millones de dosis) y con la alianza Covax de la ONU (2,2 millones).
En esta ocasión, el vuelo AR1065, que retrasó seis horas su despegue por una tormenta de nieve, trasladó desde Moscú un total de 400.000 dosis del preparado.
"Recibimos el cuarto vuelo de @Aerolineas_AR con 400.000 dosis de Sputnik V. El mayor cargamento de vacunas que transportamos hasta el momento, lo que requirió adaptar la cabina de pasajeros. Una gran satisfacción seguir cumpliendo con esta importante fundamental para el país", escribió en la red social Twitter el presidente de la compañía, Pablo Ceriani.
"Una operación de más de 40 horas, que se vio demorada por una fuerte tormenta de nieve en el aeropuerto de Moscú. Quiero destacar el compromiso y profesionalismo de todas las áreas de Gobierno involucradas y de todo el equipo de @Aerolineas_AR", agregó Ceriani.
Según indicaron fuentes oficiales a Efe, el cargamento trae 200.000 dosis del primer componente y 200.000 del segundo.
La nueva remesa llegó luego de que el país reportara 2.015.496 casos de coronavirus y 50.029 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
EL CUARTO VIAJE
La aerolínea argentina ya hizo otros tres vuelos a Moscú en búsqueda de las vacunas producidas por el estatal instituto Gamaleya ruso, que por el momento son las únicas que se están administrando en el país austral.
La primera remesa, con 300.000 dosis del primer componente, llegó el 24 de diciembre pasado, y comenzaron a ser administradas cinco días después, cuando Argentina inició la campaña de vacunación a personal de salud mayor de 18 años que trabaje en primera línea de atención de covid-19.
Fue el 14 de enero cuando partió el segundo avión para recoger otras 300.000 dosis pero del segundo componente, complementario al primero y que debe administrarse 21 días después.
Y el 28 de enero arribó a Buenos Aires el hasta ahora último vuelo realizado a Moscú, con un tercer cargamento de vacunas compuesto por 220.000 dosis totales del preparado (110.000 del primer componente y 110.000 del segundo).
Argentina cuenta ahora con un total de 600.000 dosis de cada componente, lejos de los 5 millones que, según el contrato firmado con el Fondo Ruso de Inversión Directa, se preveía recibir en enero y los 14,7 millones previstos en febrero, y a gran distancia de países como Chile, donde más de 1,5 millones de personas han sido vacunadas con al menos una dosis.
LEJOS DE LA CANTIDAD PREVISTA
A principios de este mes el presidente argentino, Alberto Fernández, conversó con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y le pidió que quede garantizado el suministro en su país y América Latina.
Putin, según informó la Presidencia argentina, le dijo a Fernández que se está aumentando la producción para que el país reciba el volumen acordado (30 millones, según expresó la semana pasada el ministro de Salud, Ginés González García) y aseguró que Rusia "aprecia la manera como Argentina valora a Sputnik V, a la que calificó como segura y efectiva".
La demora de las vacunas y la desconfianza que generaba la Sputnik-V antes de que la revista The Lancet publicara que tiene una eficacia del 91,6 %, había generado fuertes críticas por parte de la oposición, contra las que el propio Fernández se mostró irónico este martes: "Hasta hace 20 días atrás yo era un envenenador serial. Había comprado unas vacunas para envenenar a la gente. Y ahora, no sé cómo pasó, pero me piden por favor que consiga veneno para todos los argentinos", sentenció.
EL PLAN DE VACUNACIÓN
Según datos oficiales, desde el 29 de diciembre, cuando inició el plan de vacunación voluntaria, 367.665 personas han sido inoculadas con la primera dosis en Argentina -que tiene alrededor de 45 millones de habitantes- y 222.185 obtuvieron también la segunda, que ha de aplicarse a partir de 21 días de la primera.
Por el momento se sigue vacunando a personal sanitario (de manera escalonada, según el riesgo de su actividad, que en total son unos 763.000 trabajadores) y, por orden, los siguientes serán los adultos mayores de 70 años, los de 60, personal de Fuerzas Armadas y seguridad, adultos de 18 a 59 años de grupos en riesgo y otras poblaciones estratégicas.
Además de la vacuna rusa, y mientras avanzan conversaciones con otros laboratorios, Argentina ha cerrado hasta ahora contratos para recibir vacunas próximamente con la británica AstraZeneca (más de 22 millones de dosis) y con la alianza Covax de la ONU (2,2 millones).