Mundo - 11/10/19 - 03:15 PM

Pasajeros viven un infierno en un crucero y deciden amotinarse

Los turistas estaban muy molestos por la cantidad de irregularidades que se dieron a bordo del navió. 2,018 personas iban en este viaje.

 

Por: Redacción / Web -

Un montón de turistas a bordo de un crucero llamado Norweing Spirit, en Reino Unido, se amotinaron y amenazaron a la tripulación, exigiendo que se les devolviera el dinero que habían pagado, debido a que sus vacaciones soñadas se habían convertido en un infierno.
 
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Este navío partió el pasado 27 de septiembre desde Southampton con 2,018 turistas, el mismo tenía un itinerario que incluía visitar varios puertos en Francia, Países Bajos, Noruega e Islandia. Sin embargo, las malas condiciones del clima obligaron a suspender la gran mayoría de las paradas, causando la indignación de los pasajeros a bordo.
 
Tanta mala suerte tuvo toda la tripulación que el barco no pudo acercarse a Le Havre (Francia) y Ámsterdam (Países Bajos), dos paradas obligatorias para ellos, por lo que siguió con rumbo norte, pero en Noruega atracó en una ciudad que estaba cerrada para los turistas.
 
Al ver que nadie les daba una solución a su problema, iniciaron una serie de protestas y se amotinaron dentro del barco. Muchos de los manifestantes afirmaban que pagar más de 6,500 dólares por estar en alta mar sin poder pisar tierra les parecía un robo y preferían volver a Londres para terminar con esta tortura.
 
El problema se agravó, luego que varios pasajeros denunciaran que la comida que se servía en algunos restaurantes estaba en mal estado, a eso había que sumarle el hecho que muchos baños no funcionaban y habían sido clausurados. Incluso, personal de la tripulación le estaba quitando los pasaportes a varias personas sin dar ninguna explicación.
 
Al ver que el rancho esta prendido, la empresa emitió un comunicado ofreciendo una compensación con un descuento de 25% en los futuros viajes como una muestra de gratitud. Muchas personas se molestaron más al ver este escueto escrito.
 
Luego de todo esto, algunos turistas se bajaron del crucero, cuando este atracó en Belfas, Irlanda del Norte, para volver cada uno a sus casas y terminar su pesadilla.
 

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