Nacional - 01/9/23 - 12:15 PM

Animales comunitarios en Panamá

Rescatistas y otras organizaciones coordinan la esterilización y alimentación de colonias de gatos y animales que viven en las calles.

 

Por: Gabriela Arosemena Montenegro, Psicóloga. Cuenta X: @Gabby_Aro -

En Panamá, predomina la costumbre de llamar a los gatos y perros que habitan en la calle, “callejeros”. Son animales que, no pidieron venir al mundo, pero sienten hambre, frío, dolor como cualquier otro ser viviente, sin embargo, en nuestro país la falta de cultura y educación a menudo hace que sean vistos como una plaga lo cual, a su vez, se traduce en maltrato por quienes los ven como una molestia.

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Pero surge la pregunta: ¿De quién es la responsabilidad de los animales comunitarios? Tal y como el término describe, son criaturas que pertenecen a la comunidad, que comparten el espacio en común y sobre todo que tienen derecho a vivir sin ser maltratados. El Municipio de Panamá cuenta con un departamento de Bienestar Animal, silente e indiferente, asimismo en Panamá contamos con una Ley 70 de 2012 destinada a prevenir y sancionar el maltrato animal, pero que hoy día resulta insuficiente en el cumplimiento del fin para la cual fue creada.
Peor aún, esta semana, en un desafortunado episodio de un programa de televisión en un canal nacional, panelistas con desdén y profunda ignorancia en el tema hablaban de como estas personas que ayudan animales deberían simplemente “llevarse a esos animales a su casa” desconociendo por completo el propósito de la labor de rescate que es la de erradicar la sobrepoblación de animales en la calle, alimentar y por ende evitar el sufrimiento de estos.
Afortunadamente, existen personas que, actuando desde la conciencia y desprendimiento, ayudan a estos animales en la medida de lo posible. Rescatistas y grupos organizados de personas amantes de los animales que coordinan la esterilización y alimentación de colonias de gatos y animales que viven en las calles.
Estas personas y grupos existen para contrarrestar la falta de conciencia y empatía de muchas otras personas que cuando ven a un gato romper una bolsa de basura optan por espantarlo o tirarles objetos sin detenerse por un segundo, a pensar que es un ser vivo que seguramente tiene hambre y no ha comido en días.
Hace falta un largo camino a recorrer para educar sobre el tema, diversas asociaciones o fundaciones como por ejemplo: Spay Panamá, MOCA e incluso el grupo organizado del Domo de la UP llevan adelante una labor titánica en la defensa de estos seres que no tienen voz. Recordando siempre, que los animales comunitarios no son de nadie, pero a su vez ¡son de todos!

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