Nacional - 08/6/22 - 08:15 PM

Avistan especies en peligro en expedición a Cordillera de Coiba

Un equipo internacional liderado por el investigador senior del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés), Héctor Guzmán, exploró durante dos semanas los picos más someros detectados de esta formación montañosa submarina, que conecta a Panamá con Costa Rica, Ecuador y Colombia.

 

Por: Panamá / EFE -

Panamá- Un coral blando amarillo que podría ser una nueva especie, tiburones martillo, en peligro crítico de extinción, y el poco común tiburón zorro, fueron avistaron durante una inédita expedición a la Cordillera de Coiba, un área protegida en el Pacífico de Panamá que alcanza profundidades de hasta 4.700 metros.

Un equipo internacional liderado por el investigador senior del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés), Héctor Guzmán, exploró durante dos semanas los picos más someros detectados de esta formación montañosa submarina, que conecta a Panamá con Costa Rica, Ecuador y Colombia.

El lado colombiano del monte ya había sido explorado antes, pero el panameño no. Abordo del DeepSee, un submarino amarillo de tres plazas, Guzmán descendió dos veces al día, alcanzado hasta 350 metros de profundidad, lo que equivale a unas 10 veces más profundo que un buceo técnico, explicó este miércoles el Smithsonian.

Las inmersiones en los dos montes más someros detectados durante la expedición revelaron la abundancia de un coral blando amarillo, que se colectó y se analizará para determinar si se trata de una especie nueva.

Se encontraron una diversidad de peces, anguilas, esponjas, pepinos de mar, crustáceos y estrellas de mar, entre otros, y se recolectaron varios kilos de roca para comprender mejor su origen geológico.

Se observó, entre otros, el poco común tiburón zorro (Alopias pelagicus) y una escuela de aproximadamente 60 tiburones martillo (Sphyrna lewini), una especie en peligro crítico de extinción.

Y se detectó un sitio con abundancia de tiburón negro espinoso (Echinorhinus cookei), una especie de profundidades de la que se conoce muy poco, ya que no es fácil de observar.

La aparición de un Masturus lanceolatus o mola coliaguda en cámara también sorprendió a los investigadores, ya que es un pez que existe en océanos alrededor del mundo pero es raramente detectado.

En total se recopilaron unas 900 horas de video que se analizarán en más detalle, pero preliminarmente, los hallazgos sugieren que esta puede ser un área importante para las especies marinas migratorias, indicó el Smithsonian.

"Nuestra expedición fue compleja (...) logramos nuestras metas iniciales, evaluar especies migratorias y explorar montañas submarinas nunca vistas", afirmó Guzmán, que lideró un equipo de investigadores de Costa Rica, Ecuador, Colombia y Panamá.

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PLÁSTICO Y PESCA ILEGAL

Pero no todo fueron descubrimientos "emocionantes", pues a lo largo del viaje se vio con frecuencia basura flotando en alta mar, en especial botellas de plástico, y varias líneas de pesca fueron detectadas atascadas en los montes submarinos, afirmó el Smithsonian.

La contaminación por plásticos es de las mayores amenazas que enfrentan los espacios marinos, donde según datos recientes, hay unos 200 millones toneladas de desechos de este material, una cifra que se triplicará en 2040 si no hay un cambio de paradigma en cuanto a su uso.

Durante la expedición se identificó además una pequeña embarcación "que se encontraba aleteando tiburones en el área marina protegida, una práctica cruel e ilegal prohibida en Panamá que amenaza las poblaciones de tiburón y el bienestar general de los océanos".

El área protegida de la Cordillera de Coiba fue creada en septiembre de 2015 con una superficie inicial de 17.223,52 kilómetros cuadrados (km2), y fue ampliada en junio de 2021 hasta los 67.908,98 km2.

Esto permitió a Panamá cumplir anticipadamente con la meta de la Iniciativa 30x30 del Marco Mundial de la Diversidad Biológica de proteger el 30 % de las áreas marinas del país para el 2030.

El área protegida ampliada de la Cordillera de Coiba contempla un plan de manejo que incluye un componente de vigilancia satelital que aún debe ser desplegado. EFE

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