Nacional - 01/4/20 - 04:45 PM

British American Tobacco trabaja en posible vacuna contra COVID19

La filial estadounidense de BAT, Reynolds American Inc, adquirió KBP en 2014 con el propósito de usar parte de su tecnología singular para la extracción del tabaco para contribuir a un mayor desarrollo de su nueva categoría de productos no combustibles.

 

Por: Redacción / Critica -

La filial biotecnológica estadounidense de BAT, Kentucky BioProcessing (KBP), está desarrollando una posible vacuna contra el COVID-19 y ahora se encuentra en la fase preclínica. Si las pruebas van bien, BAT espera que, con los socios correctos y el apoyo de agencias gubernamentales, puedan fabricarse entre 1 y 3 millones de dosis de la vacuna por semana, comenzando en junio.
Aunque KBP se mantiene como una operación comercial, el plan es que su trabajo en torno al proyecto de vacuna en contra del Covid-19 se lleve a cabo sin fines de lucro.
La vacuna en desarrollo emplea la tecnología patentada de planta de tabaco de rápido crecimiento de BAT, la cual tiene varias ventajas con respecto a la tecnología convencional para la producción de vacunas:
Es potencialmente más segura debido a que las plantas de tabaco no pueden albergar patógenos que causan enfermedades humanas.
Es más rápida dado que los elementos de la vacuna se acumulan en las plantas de tabaco mucho más rápido – 6 semanas en plantas de tabaco en comparación con varias semanas usando métodos convencionales.
La formulación de la vacuna que está desarrollando KBP se mantiene estable a temperatura ambiente, a diferencia de las vacunas convencionales que a menudo requieren refrigeración.
Tiene el potencial para provocar una respuesta inmune eficaz con una sola dosis.
La filial estadounidense de BAT, Reynolds American Inc, adquirió KBP en 2014 con el propósito de usar parte de su tecnología singular para la extracción del tabaco para contribuir a un mayor desarrollo de su nueva categoría de productos no combustibles.
En 2014, KBP acaparó los titulares como una de las pocas empresas con un tratamiento eficaz para el Ébola tras haber fabricado ZMapp™ con la compañía Mapp BioPharmaceuticals, con sede en California, en colaboración con la autoridad estadounidense de Investigación y Desarrollo Biomédica Avanzada (BARDA, por sus siglas en inglés).
KBP recientemente clonó una porción de la secuencia genética del COVID-19 lo que derivó en el desarrollo de un posible antígeno – una sustancia que provoca una respuesta inmune en el cuerpo y en particular, la producción de anticuerpos. Este antígeno luego fue insertado en las plantas de tabaco para su reproducción y, una vez cosechadas las plantas, el antígeno fue purificado y ahora se encuentra en la fase de estudios preclínicos.
BAT se encuentra explorando alianzas con agencias gubernamentales para someter su vacuna a estudios clínicos lo antes posible. A través de relaciones de colaboración con el gobierno y terceros fabricantes, BAT considera que podrían fabricarse entre 1 y 3 millones de dosis a la semana.
Dr. David O’Reilly, Director Investigación Científica, BAT señaló: “Estamos en contacto con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los EE.UU. y buscamos orientación con respecto a los próximos pasos. También hemos contactado al Departamento de Salud y Cuidado Social del Reino Unido y a BARDA en los EE.UU. para ofrecer nuestro apoyo y brindar acceso a nuestra investigación con el objetivo de tratar de acelerar el desarrollo de una vacuna en contra del Covid-19.
“El desarrollo de vacunas es un trabajo complejo y retador, pero creemos que hemos logrado un descubrimiento importante con nuestra plataforma de tecnología de planta de tabaco y estamos listos para trabajar con los gobiernos y con todas las partes interesadas para ayudar a ganar la guerra contra el Covid-19. Estamos completamente de acuerdo con el llamado de las Naciones Unidas a favor de un enfoque que englobe a la sociedad como un todo para los combatir problemas mundiales.    
“Desde hace algún tiempo, KBP ha estado explorando usos alternativos de la planta de tabaco. Uno de estos usos alternativos es el desarrollo de vacunas basadas en plantas. Estamos comprometidos a contribuir con el esfuerzo mundial de detener la propagación del Covid-19 utilizando esta tecnología.”
 
 

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