Nacional - 02/9/19 - 12:00 AM

Cinta de los Panamá Papers también plasma corrupción de los gringos

 

Por: Magdalena Tsanis Venecia / EFE -

Estados Unidos es uno de los mayores paraísos fiscales del mundo. Sesenta de sus grandes empresas no pagaron impuestos en 2018. Son algunos de los dardos que lanza Steven Soderbergh en “The Laundromat“, su película sobre los papeles de Panamá que hoy presentó en la 76ª Mostra de Venecia.

Meryl Streep, como una jubilada que accidentalmente descubre el hilo del que tirar, encabeza el reparto de esta producción de Netflix junto a Gary Oldman y Antonio Banderas, los dueños de Mossack Fonseca, el bufete de abogados que protagonizó el escándalo.

Durante la rueda de prensa de presentación, a la que no acudió Banderas, la triple ganadora del Óscar aplaudió la labor realizada por los 300 periodistas que, gracias a la filtración en 2016 de 11,5 millones de documentos, dieron a conocer al mundo los detalles de los circuitos financieros que seguían las principales fortunas del mundo para evitar pagar impuestos.

“La razón por la que los papeles de Panamá salieron a la luz es que hubo periodistas que trabajaron para ello y algunos han muerto“, recordó la actriz y mencionó el caso de Daphne Caruana Galizia, fallecida en 2017 en un atentado con coche bomba perpetrado frente a su casa en Malta.

En lugar del tradicional thriller político que pudiera esperarse para un caso como éste, Soderbergh opta por una comedia negra con la estructura caleidoscópica que tanto le gusta al director de “Traffic.”

“Nos pareció que una comedia era el mejor modo de intentar permanecer en la mente del espectador y también una forma de aliviar la complejidad del tema de la actividad financiera“, explicó Soderbergh, que citó como inspiración “Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb” de Stanley Kubrick. “No queríamos educar sino entretener“, dijo.

Los personajes de Mossack (Oldman) y Fonseca (Banderas) actúan como narradores y maestros de ceremonia de lo que Soderbergh convierte en una especie de sainete en varios actos. Le van contado directamente al espectador, rompiendo la cuarta pared, los entresijos de su negocio y cómo operaban.

Tanto el libro del periodista y premio Pulitzer Jake Bernstein en que se ha basado el guion como la película recogen el caso del Estado de Delaware, donde tienen su domicilio fiscal más de 650.000 empresas -casi una por habitante- gracias a una legislación que protege el anonimato y evita el pago de impuestos.

En opinión de Soderbergh, esta clase de corrupción que retrata el filme es, junto con el cambio climático, “el tema clave del momento“, cuando la riqueza -recordó- está concentrada cada vez en menos manos.

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