Nacional - 29/10/18 - 12:00 AM

Conversaciones y acuerdos

 

Por: José Raúl Mulino Q. Exministro de Seguridad Pública -

Se cierra el ciclo de primarias en los partidos políticos. Cuando escribo estas reflexiones desconozco quién ha ganado en el oficialismo, aunque lo intuyo. El escenario es distinto si gana Blandón o si gana Etchelecu. Sobra explicar, me parece.

A diferencia de otros tiempos, el 31 de diciembre es la fecha final para registrar las alianzas electorales. En un escenario de ocho candidatos a la presidencia los partidos pequeños jugarán un papel importante para el logro de alianzas. Nadie gana solo, por lo que en los dos meses que vienen, llenos de feriados, se intensificarán conversaciones para llegar a acuerdos de alianzas. Ya varios candidatos han descartado alianzas con tal o cual partido. Muy temprano para eso, ya que nadie sabe hoy con quién bailará la última pieza. Sin embargo, de algo podemos estar seguros y es que el peso negativo del varelismo hace muy difícil su triunfo. Es un peso muerto gigante. El país entero es oposición, como he dicho antes, y la cercanía al varelismo es un punto obligado para muchos respecto de por quién no votar. Pero esa será la estrategia de cada quien para conquistar los votos generales, fuera de los partidos, los cuales observo son de gran valor pero no están silvestres para nadie.

Los diputados andan por la libre. Entre ellos se darán alianzas y quizás algunas no gusten a sus candidatos presidenciales. Al controlar ellos las direcciones de los partidos y por haber puesto donde están a cada candidato, hace que sus decisiones sean claves, en primer lugar para ganar ellos, y, en segundo lugar, para poner los votos para su candidato presidencial. Considero que habrá mucho voto cruzado y se repetirá el escenario de años anteriores en los que los votos de los diputados, en muchas áreas, resultaron mayor que el del candidato presidencial. Hoy la ley permite alianzas en los circuitos y esta realidad hará que sucedan pactos complejos pero necesarios para los diputados que ven en el triunfo su salvación para no responder por todo lo que sabemos ha pasado con dineros públicos en la Asamblea. Ese escenario hace complicada la carrera presidencial, ya que no todos empujarán hacia el mismo lado o, peor aún, dejarán en libertad el voto a presidente con tal de asegurar su triunfo.

Vislumbro alianzas de sectores más que entre partidos. Ya hay candidatos que las han rechazado de antemano y otros que han dicho que no se bajarán por nada. Esto ubica hoy tres candidatos de los partidos grandes y el resto. Los independientes restarán voto al gobierno y oposición, ya que canalizarán votos de miembros de partidos no afines a sus candidatos así como votos libres que no van con lo tradicional. Será todo un revoltijo de intereses y preferencias.

¿Jugarán las promesas electorales algún papel? Puede ser. Aunque hoy no veo ninguna que se centre en aquellas cosas que cambien realmente el “status quo”, piedra angular del cambio que, por lo menos yo, he venido mencionando. Insistir en gobernar con el sistema actual, colapsado integralmente, solo asegura fracasos mayores, aunque quizás alegrías para los sectores que quieren cambios sin que nada cambie. Los eternos beneficiarios, gane quien gane.

En lo personal, inicio una etapa de consultas con mi grupo político. A todos les he pedido calma porque el escenario había que completarlo. Habiendo superado esa etapa ya, viene ahora la decisión la cual no será fácil, aunque sí responsable. Todos los criterios son importantes y por eso la consulta es básica. Hay temas importantes que nos mueven. No me voy a apartar de aquellas cosas que distinguieron mi campaña y que considero importantes para el mejor desarrollo del país. En este quinquenio no es solo ganar, hay que gobernar lejos de la improvisación, el clientelismo y cerca de los cambios de fondo que requerimos como Nación.

¡Falta menos ya, el reloj sigue su marcha y cada día que pasa es uno menos de todos ellos allá!

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