Crisis laboral panameña no es coyuntural
La reciente atención puesta en el tema minero y el impasse entre el Gobierno y Minera Panamá, debe dar paso a la discusión de una problemática más amplia, con profundas repercusiones sociales. Los 6 sectores que generan las dos tercios de los empleos privados en el país dejaron de ser atractivos para la inversión privada y sólo están generando empleos informales. La pandemia no generó el fenómeno, lo aceleró.
Entre el 2012 y 2022, el aumento del empleo informal relativo al incremento total en estos sectores, fue el siguiente: Construcción 406%, Comercio 123%, Logística 115%, Industria 99%, Hoteles/Restaurantes 99%, Otros Servicios 107%. Total 6 sectores en conjunto: 100%. Es decir, en la última década, la totalidad de la contribución laboral de estas actividades económicas, como bloque, fue informal.
Estos sectores perdieron el atractivo para la inversión privada y hoy no ofrecen perspectivas para la obtención de márgenes de utilidad y la seguridad jurídica que justifiquen las inversiones. Esto es grave.
La tendencia se agravó en el 2022, año en el que MITRADEL tramitó unos 20 mil nuevos contratos laborales mensuales (82% Temporales), por debajo de los casi 32 mil promediados en el 2019 (79% temporales), al tiempo que se generaron unos 10 mil nuevos informales mensuales (INEC) versus 3,079/mes el año prepandemia. De 101 mil empleos creados entre octubre de 2021 y abril 2022, 60 mil fueron informales y 11,300 funcionarios, en conjunto representando 70% de la expansión del empleo.
La tasa de desempleo disminuyó, porque aumentaron los informales y funcionarios. Los 240 mil nuevos contratos tramitados por MITRADEL en el 2022 estuvieron muy por debajo a los 378,495 procesados en el 2019, año en el que sólo se agregaron a la economía 52,040 nuevos empleos, todos informales (44.9% de informalidad). A su vez, el nivel de contrataciones del 2019 fue marcadamente inferior al del 2018 (422,894), 2017 (445,722), 2016 (440,249) y 2015 (438,621).
La economía en el 2022 generó 37% menos empleos formales y más del triple de los informales que en el año prepandemia. La alta precariedad y temporalidad laboral son síntomas del deterioro del clima para la inversión privada en el país, particularmente en pequeñas empresas. 9 de cada 10 nuevos informales generados mensualmente provienen de los 6 sectores anteriormente citados.
El Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) no realizó la Encuesta del Mercado Laboral (EML) correspondiente a agosto 2022, y no se conocerán cifras oficiales de la situación del empleo hasta el 30 de octubre 2023, cuando el INEC publique la EML de agosto 2023.
Según la más reciente Encuesta de Expectativas de Empleo de ManpowerGroup, 58% de los empleadores panameños espera incrementar sus plantillas laborales en el primer trimestre del 2023, con las áreas de Salud, Comunicación y Tecnologías de la Información liderando las proyecciones de contratación, principalmente en pequeñas empresas.
En el entorno laboral pospandemia existe una clara relación entre escolaridad y calidad del empleo. Según el INEC, 85% de los nuevos empleos formales requirieron trabajadores con más de 13 años de escolaridad, al tiempo que dos tercios de los nuevos empleos informales sólo demandaron 11 ó menos años de instrucción formal.
La Encuesta de Manpower confirma esta tendencia. El promedio de escolaridad de la fuerza laboral panameña es de 11.7 años aprobados (INEC, abril 2022), pero las mayores expectativas de contratación están en sectores con exigencias superiores, como Salud (14.6 años), Comunicación (14.8) y Tecnologías de la Información (14.8), Más aún, 64% de las empresas panameñas afirman tener dificultades para contratar personal calificado.
La crisis laboral que enfrenta el país no es de empleo, sino de confianza. Tampoco es una situación coyuntural, sino estructural. El panorama laboral post pandemia estará marcado por una economía con menor capacidad para generar empleos formales en sectores claves, que perdieron atractivo para la inversión privada, así como por la urgente necesidad alinear la oferta formativa a las exigencias del sector productivo.
Urge mejorar la confianza en el clima para la inversión privada en los 6 sectores claves, particularmente en microempresarios y empresas con menos de 20 trabajadores, que representan el grueso de la generación de empleo. Concretamente, Construcción 72%, Comercio 68%, Logística 77%, Industria 85%, Hoteles/Restaurantes 86%, Otros Servicios 89%.
De poco sirve hablar del “potencial” turístico, industrial o logístico de Panamá si no somos capaces de atraer las inversiones necesarias para hacerlo realidad y convertirlos en fuentes reales de empleos dignos. Potencial sin inversión es “ilusión”.