Crisis migratoria: una realidad entre victimas y delincuentes
La situación es compleja e insostenible, y Pino destaca que la delincuencia se aprovecha de los migrantes para lucrarse, y el costo para muchos migrantes es la vida.
El ministro de Seguridad Pública de Panamá, Juan Manuel Pino, declaró en la Reunión Trilateral PAN-EUA-COL que la crisis migratoria en la frontera colombo-panameña se ha vuelto una realidad.
En lo que va del año 2023, Panamá ha detectado el tránsito de alrededor de 100 mil migrantes que han ingresado al territorio desde el sur del Continente, con un número importante de colombianos en aumento, cifra que permite proyectar que el tránsito superará ampliamente las cantidades registradas durante el 2022, indicó el ministro
Agregó que criminales de alto perfil se aprovechan de este flujo migratorio irregular para movilizarse. Aún cuando Panamá carece de capacidad tecnológica, recursos y apoyos financieros en asuntos de seguridad orientados a atender el tema que hoy nos ocupa, hemos detectado 115 alertas biométricas, de las cuales 47 son de carácter terrorista; alertas que no fueron previamente identificadas.
Desde 2009 han ingresado más de 600.000 personas en contexto de movilidad humana internacional a través de la frontera inhóspita con Colombia, y solo en 2022 transitaron por la selva del Darién más de 248.000 migrantes.
La situación es compleja e insostenible, y Pino destaca que la delincuencia se aprovecha de los migrantes para lucrarse, y el costo para muchos migrantes es la vida.
El ministro hizo hincapié en la necesidad de establecer controles sanitarios de seguridad y movilidad en la frontera, instando al ingreso y egreso de personas por los puestos formales dispuestos por ambos países para contener el flujo migratorio de manera efectiva.