Defensores de Panamá, Colombia y CR alertan de crisis migratoria
La grave situación de vulnerabilidad de las personas migrantes, que se visibiliza principalmente en el tapón del Darién, es en realidad mucho más amplia y compleja, extendiéndose claramente por todo el continente e incluso más allá de él, destacan la Defensoría del Pueblo de Panamá, Colombia y Costa Rica.
En Colombia, observamos el paso de miles de migrantes no solo de países americanos, sino también de origen transcontinental, quienes ven en el desafiante cruce de la selva la única oportunidad para mejorar sus perspectivas de vida. Hasta la fecha, el gobierno panameño ha registrado a más de 413,000 personas que han cruzado esta ruta. En Colombia y Costa Rica, lamentablemente, carecemos de un registro preciso del número de personas que transitan por esta vía. De igual manera, es grave la situación que se vive a nivel de los países de la región, como el caso de Costa Rica donde los espacios generados para la atención de población migrante han visto desbordada sus capacidades, requiriendo de una atención coordinada.
Las Defensorías han identificado que tanto los migrantes provenientes de Venezuela como aquellos que llegan desde Haití y, en algunos casos, de otros continentes, tienen como destino principal el norte del continente, en particular los Estados Unidos, no obstante, la atención a los flujos migratorios se ha abordado de manera desorganizada y desarticulada entre los distintos países. Cada uno ha implementado políticas sin considerar la naturaleza transnacional de este desafío.
A su vez alertan que la movilidad humana ha causado afectación en el ambiente, que muchos desconocen y se ha salido de control silenciosamente, causando una gran perdida de biodiversidad, contaminación de fuentes hídricas lo cual incurre en problemas de salud en las comunidades.
Todos los países miembros de tienen una responsabilidad en este asunto, por lo que urgenla creación de una comisión para la articulación y presentación de una solicitud formal al gobierno estadounidense para que nos escuche y podamos influir en la inclusión de las políticas de atención a los flujos migratorios en la agenda política de Washington con un enfoque basado en el respeto a los derechos humanos