Denuncian presiones del lobby pro gay a la Corte
En la víspera de una marcha hoy a la Corte Suprema de Justicia para apoyar el matrimonio entre un hombre y una mujer, el periodista Jean Marcel Chéry, miembro de la Coordinadora y presidente de la Fundación Mentores, alegó que los homosexuales al quedarse sin argumentos sostienen que el matrimonio igualitario es un derecho humano, lo cual es falso ya que los derechos humanos no necesitan la intervención del Estado.
Indicó que la comunidad LGBTI quieren vender "matrimonio igualitario" como un concepto positivo de equidad e igualdad, ya que todos estamos a favor, sin embargo alega que este concepto lo utilizan como una forma progandística para que se vaya aceptando inconscientemente en la población el matrimonio homosexual.
Eso de que se busca es reconocer temas como herencia y otros aspectos, es un falso discurso, "lo que realmente buscan es destruir la institución del matrimonio", sostuvo Chéry.
Para hoy a partir de las 4:00 de la tarde grupos cristianos y pro familia se manifestaran a favor del matrimonio tradicional en las escalinatas de la Corte Suprema de Justicia para que los magistrados escuchen la voz de la mayoría y no fallen a favor del matrimonio igualitario.
"Buscamos que los magistrados de la Corte vean que la gran mayoría de los panameños apoyamos como una forma de matrimonio la unión de un hombre y una mujer, ya que se están recibiendo presiones fuertes de carácter político y medios de comunicación que se han declarado a favor del matrimonio homosexual, así como juristas extranjeros", expresó Jean Marcel Chéry.
Por su parte el abogado internacionalista Pedro Sitton indicó que como activista de derechos humanos se acoge a la interpretación dada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que indica que lo más viable en la la unión entre parejas del mismo sexo, es el matrimonio, ya que hay un principio de derechos humanos que es el principio de la igualdad.
Sittón expresa que la Iglesia Católica ha sido incoherente en cuanto a su oposición al matrimonio igualitario, ya que está usando la Biblia que solo es palabra de Dios, no ley de la República.
Según Sittón, lo que se debe aplicar no son los estándares de la Biblia o percepciones religiosas ni dogmas católicos, sino los estándares que conllevan los organismos internacionales de derechos humanos.
Para la diputada del PRD, Zulay Rodríguez, ningún organismo extranjero va a imponer absurdas reglas. "Yo creo en la autodeterminación de los pueblos y la consulta ciudadana como pilar fundamental de nuestra democracia y rechazamos categóricamente cualquier cambio inconsulto al Código de la Familia", añadió.