Nacional - 07/4/22 - 11:15 AM
Desinformación ha afectado la migración a la facturación electrónica
Rafael Montero de Gurusoft confirma que los beneficios obtenidos desde su implementación han hecho que entre el 5 al 10% de los contribuyentes hayan migrado a este nuevo modelo de facturación.
A casi un año de la implementación de la facturación electrónica en Panamá, el balance que se tiene es que muchas empresas han migrado al nuevo modelo que se estableció, indicó Rafael Montero, CEO de Gurusoft, proveedora de servicios de Factura Electrónica durante el plan piloto.
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El 1 de junio del 2021 fue la fecha de inicio de facturación electrónica establecido por la Dirección General de Ingresos (DGI) del Ministerio de Economía y Finanzas, según Decreto Ejecutivo 766 y se rige para las empresas exceptuadas de equipo fiscal y cualquier otra compañía que solicite de forma voluntaria la adopción de la Factura Electrónica para mejorar sus procesos.
Montero de Gurusoft confirma que los beneficios obtenidos desde su implementación han hecho que entre el 5 al 10% de los contribuyentes hayan migrado a este nuevo modelo de facturación.
“A partir del 30 de junio del 2022 todos los proveedores del estado están obligados a implementar ese sistema. En estos momentos hay un número estimado de entre mil a 1,200 empresas, entre medianas, pequeñas, emprendedores trabajando bajo la facturación electrónica. Se esperaría que al llegar la fecha límite la cifra se triplique”, dijo.
“Entre uno de los primero problemas que han surgido, es a la hora de tratar de llenar la información que requiere la facturación electrónica, en este método se da más información, por eso es el gran impacto, la resistencia. Por ejemplo, cuando adquieres una factura con datos. Se te pide un correo electrónico, ese es un cambio que han obtenido los compradores, pero hay miedo a posibles estafas”, destaca.
Menciona que el proceso de integración a los sistemas se ha llevado más tiempo, por un lado porque hay muchas empresas, además, las grandes compañías han tenido mayor impacto por la gran cantidad de procesos que realizan.
Destaca que en las pequeñas han sido más sencillo, el tiempo se ha podido cumplir en un 60%, pero hay algunas que manejan mucho volumen y también se les ha complicado.
Hay mucha desinformación y algunos conflictos.
“Hay desinformación en el medio, personas y gremios que están en contra de la facturación electrónica, probablemente sean puntos que se puedan debatir. Las experiencias de empresas profesionales podrían apoyar para que los gremios que están en contra puedan analizarlo desde otro punto de vista”, destacó.
Rafael Montero detalla que entre los puntos positivos es que las empresas han podido ver un ahorro en la facturación, además, ya no tienen el dolor de cabeza en caso que se dañe el equipo y no pueden facturar. “Pueden estar en cualquier parte del mundo y se puede realizar la transacción”.
También está el ahorro, “antes cuando se reemplazaba el viejo sistema costaba entre 500 o 600 dólares, ahora los gastos solo serían de hasta 100 dólares”. Afirma que los consumidores se sienten más felices con la factura que le puede llegar al correo, incluso, funciona en caso que haya que cambiarlo por estar defectuoso, debido a que solo se busca y lo presentan.
Respecto a la fecha límite, la DGI no ha multado a nadie, pero llegado el momento, si una empresa no emite la factura electrónica, no le van a pagar o simplemente no le van a recibir la factura
Montero de Gurusoft confirma que los beneficios obtenidos desde su implementación han hecho que entre el 5 al 10% de los contribuyentes hayan migrado a este nuevo modelo de facturación.
“A partir del 30 de junio del 2022 todos los proveedores del estado están obligados a implementar ese sistema. En estos momentos hay un número estimado de entre mil a 1,200 empresas, entre medianas, pequeñas, emprendedores trabajando bajo la facturación electrónica. Se esperaría que al llegar la fecha límite la cifra se triplique”, dijo.
“Entre uno de los primero problemas que han surgido, es a la hora de tratar de llenar la información que requiere la facturación electrónica, en este método se da más información, por eso es el gran impacto, la resistencia. Por ejemplo, cuando adquieres una factura con datos. Se te pide un correo electrónico, ese es un cambio que han obtenido los compradores, pero hay miedo a posibles estafas”, destaca.
Menciona que el proceso de integración a los sistemas se ha llevado más tiempo, por un lado porque hay muchas empresas, además, las grandes compañías han tenido mayor impacto por la gran cantidad de procesos que realizan.
Destaca que en las pequeñas han sido más sencillo, el tiempo se ha podido cumplir en un 60%, pero hay algunas que manejan mucho volumen y también se les ha complicado.
Hay mucha desinformación y algunos conflictos.
“Hay desinformación en el medio, personas y gremios que están en contra de la facturación electrónica, probablemente sean puntos que se puedan debatir. Las experiencias de empresas profesionales podrían apoyar para que los gremios que están en contra puedan analizarlo desde otro punto de vista”, destacó.
Rafael Montero detalla que entre los puntos positivos es que las empresas han podido ver un ahorro en la facturación, además, ya no tienen el dolor de cabeza en caso que se dañe el equipo y no pueden facturar. “Pueden estar en cualquier parte del mundo y se puede realizar la transacción”.
También está el ahorro, “antes cuando se reemplazaba el viejo sistema costaba entre 500 o 600 dólares, ahora los gastos solo serían de hasta 100 dólares”. Afirma que los consumidores se sienten más felices con la factura que le puede llegar al correo, incluso, funciona en caso que haya que cambiarlo por estar defectuoso, debido a que solo se busca y lo presentan.
Respecto a la fecha límite, la DGI no ha multado a nadie, pero llegado el momento, si una empresa no emite la factura electrónica, no le van a pagar o simplemente no le van a recibir la factura