El “chen chen” vendrá de la economía, no del Gobierno
LA DEUDA A LOS PROVEEDORES DEL ESTADO HAY QUE CANCELARLA DE MANERA INMEDIATA, quizás a través del sector bancario nacional, con el Estado respaldando estas transacciones bajo la figura de “fiador solidario”.
En su campaña, el hoy Presidente Electo, José Raúl Mulino, prometió poner “chen chen” en el bolsillo de los panameños. Pero paradójicamente, sus recientes declaraciones de que “no hay plata”, luego de las reuniones de transición en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), han causado molestia entre quienes pensaban que ese “chen chen” vendría del Gobierno.
Los “cuentos” pesan más que las “cuentas”
Un preocupante resultado de las Pruebas PISA 2018 para Panamá es que sólo 1% de los jóvenes panameños distingue una opinión de un dato. Los resultados en el 2009 fueron idénticos.
Construímos narrativas de satanización, descalificación y victimización basadas en opiniones, consignas y slogans que poco tienen que ver con la realidad. En particular, en Panamá ha habido un proceso sistemático de satanización de la iniciativa privada tan “exitoso” que nuestra economía crece mucho, pero sólo genera informales y funcionarios.
Los hechos convencen, las opiniones “confunden”
Históricamente, por cada $1 que el sector público invierte en la economía, el sector privado invierte $5 o $6. Con la grave situación fiscal y precariedad de las finanzas públicas, ese “chen chen” sólo puede venir del sector privado, no el público.
A esta coyuntura se le agregan los enormes desbalances fiscales, una planilla estatal sobredimensionada y parasitaria financiada con préstamos, la severa crisis del Programa de IVM, la pérdida del Grado de Inversión, el consecuente aumento de intereses bancarios y el impacto socioeconómico del cierre de la mina, así como el hecho de que en el 2024 el Gobierno no estará recibiendo los $375 millones de regalías mineras y el Canal estará aportando $700 millones menos al Fisco, debido a la sequía.
La contracción del consumo no es una “opinión”, es un HECHO
Existe una crisis de liquidez en la economía, que está teniendo un fuerte impacto sobre el consumo, y es ocasionada por factores como:
1. Deuda del Gobierno con sus proveedores, que ronda los $1,300 millones a sus proveedores y contratistas, pero no hay partida presupuestaria para pagarles en el Presupuesto 2024.
2. Los nuevos financiamientos bancarios al sector productivo nacional entre enero y abril 2024 fueron $1,274 millones inferiores que en el mismo período del 2019 (20% menos).
3. Colapso de los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED). Según el INEC, en el 2023 totalizaron $2,014.6 millones, cifra 30.7% inferior a la del 2022 y prácticamente la mitad de los $3,921 millones recibidos en el 2019.
Adicionalmente, según MITRADEL, el cierre de la mina aumentó el desempleo en 1.5%. Es decir, se perdieron 31,413 empleos, complicando el deprimido consumo a nivel nacional.
Según la Asociación de Restaurantes y Afines de Panamá (ARAP), en el primer trimestre del año, las ventas en los restaurantes fueron entre 15% y 20% inferiores al mismo período del 2023. Reportes más recientes señalan una pérdida de 30 a 40%.
Y según la Superintendencia de Bancos, el saldo en las tarjetas de crédito entre mayo 2023 y mayo 2024 aumentó en más de $212 millones (+10%), en contraste con una disminución de $41 millones (-2%) entre mayo 2022 y mayo 2023.
¿Qué hacer a corto plazo? Pagar la deuda a los proveedores
LA DEUDA A LOS PROVEEDORES DEL ESTADO HAY QUE CANCELARLA DE MANERA INMEDIATA, quizás a través del sector bancario nacional, con el Estado respaldando estas transacciones bajo la figura de “fiador solidario”.
Mediano plazo: Financiamientos bancarios al sector productivo nacional
El financiamiento bancario es “el aceite del motor de la economía”. El sistema bancario nacional está solido y líquido, pero canalizar estos recursos hacia el sector productivo requerirá que mejore la confianza en el clima para la inversión privada, lo cual se traduciría en más solicitudes y otorgamientos de créditos, particularmente en MIPYMES, que representan 21% de los financiamientos bancarios.
Recuperar los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), el gran reto
Los flujos de IED colapsaron. $3,921 millones en el 2019, $2,906 millones en el 2022 y $2,014.6 millones en 2023, período en el cual países de la Región han venido recibiendo IED en cifras récord.
El fiasco minero aceleró el colapso. Eliminar 5% del PIB, 14% de la IED en el país y 21% de toda la IED que entró en los últimos 14 años ocasionó un fuerte impacto económico, financiero y laboral, que apenas comienza. Amortiguar ese efecto y revertir la tendencia será un gran reto, pero esto llevará tiempo.
El “chen chen” lo genera la economía, no el Gobierno. ¡Manos a la obra!