El portero de la Renta 11
Calderón reveló que cuando se anunció su nombre en la lista de seleccionados se le erizó la piel y le salieron lágrimas.
Una despedida en su barrio tuvo ayer el portero de la selección de Panamá, José Calderón, antes de partir a Rusia. En la Renta 11 de Calidonia, lugar donde creció, compartió con sus familiares, amigos y el representante Ramón Ashby.
Para Calderón es un sueño hecho realidad participar en un mundial representando a Panamá.
El futbolista no pasó por alto recordar todas las adversidades vividas junto con sus amigos del barrio donde creció. Ahora, ha sido declarado hijo meritorio de Calidonia.
“Yo de niño jugaba fútbol, jugaba en las canchas descalzo, no tenía dinero para comprar un par de tacos, a veces jugaba con tacos grandes u otros que me quedaban apretados, y hoy en día uno lo valora, y a medida que uno va creciendo, va notando la diferencia y valorando las cosas”.
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“Mi fuerza son mis hijos, mi esposa, mi madre, mi padre, es un sueño que se hizo realidad y gracias a Dios lo he cumplido”, expresó el arquero panameño.
Calderón reveló que cuando se anunció su nombre en la lista de seleccionados se le erizó la piel y le salieron lágrimas. “El martes jugando contra Irlanda del Norte lloré en la cancha; el amor que le tiene la gente a los jugadores es importante, es algo grande”.
José Calderón debutó como profesional a los 18 años con el San Francisco de La Chorrera y luego asistió a la primera Copa del Mundo Sub-20.