Nacional - 11/7/22 - 12:00 AM

¡El sopón para la protesta!

 

Por: Melquiades Vásquez A. / Crítica Impreso -

Una manera diferente de manifestarse hubo ayer en Santiago de Veraguas, cuando los manifestantes prepararon sopa y arroz blanco en ollas comunes para alimentar a los que participan de las marchas y cadenas humanas en Santiago.

Desde la noche del sábado un grupo de originarios de la comarca Ngäbe Buglé, se unió a las manifestaciones que mantiene en las calles no solo a educadores sino también a otros gremios entre ellos productores, pescadores y otros.

Abundio Concepción, vocero de la Asociación de Educadores Veragüenses, (AEVE) dijo que sus protestas son de altura, con respeto y de manera pacífica y no se acepta que haya desorden ni agresiones a ninguna autoridad, todo en busca de que haya una solución a este asunto que afecta a todos los panameños.

Sostuvo que los gremios educativos están listos para sostener el diálogo con las autoridades nacionales este lunes.

En tanto un grupo originario que se apostó debajo del puente en la vía interamericana en Santiago, permanece con cierres intermitentes permitiendo el tránsito por el lugar cada 30 minutos.

Las manifestaciones callejeras siguieron ayer en varios puntos del país, con cierre de carreteras incluido, en medio de una huelga indefinida de los docentes del sector público.

Las protestas son impulsadas por la Alianza Pueblo Unido por la Vida, a la que pertenece el Suntracs, y la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (Anadepo), que tiene su base en la provincia de Veraguas.

Ambas coaliciones exigen "respuestas concretas" al Ejecutivo para congelar el precio de los combustibles y contener el alza de los precios de la canasta básica de alimentos.

Hoy en el centro de convenciones de Coopeve se debe instalar una mesa de trabajo convocada por el Gobierno, a la que está invitada la Anadepo.

En las manifestaciones, la gran mayoría pacíficas, se escuchan tamboritos y tonadas contra lo que se considera abusos del poder que los funcionarios no se rebajaron sus salarios y las muestras de opulencia de los parlamentarios, mientras gran parte de la población perdió sus empleos por la pandemia.

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