Nacional - 23/1/19 - 09:30 PM
En las nubes con Francisco
Le hice entrega de un cuadro con su imagen en caricatura que le obsequiaba el diario Crítica
Seguir las huellas del sucesor de Pedro en la tierra, es quizás la experiencia más fascinante que se puede tener como instrumento de comunicación.
Antes de que amaneciera un nutrido grupo de prensa, entre los cuales destacaba una pequeña delegación de 7 panameños entre reporteros gráficos y periodistas, nos abocamos a la puerta B22 del aeropuerto de Fiumicino, en Roma a la espera de acompañar al papa Francisco en su encuentro con miles de peregrinos en Panamá.
A las 9:56 a.m. (Hora de Roma) despegó el vuelo AZ4000 con destino a Panamá. El avión tiene tres cabinas: En la primera está el Papa Francisco, en la segunda el equipo que le acompaña entre los que se destacan el encargados de Prensa: Matteo Bruni y Alessandro Girotti, nuevo Director de la Sala Stampa Vaticana y en la tercera 67 periodistas de todo el mundo, que convierten el avión en una auténtica sala de prensa.
Se puede apreciar el escudo del Vaticano en el menú y hasta en las almohadillas. Todos consumimos los mismos alimentos a bordo, no hay privilegios para nadie. El colega italiano Muolo Avvenire, que ha realizado más de 60 vuelos papales con los tres últimos Papas, detalla que hasta el Sumo Pontífice come lo mismo.
A las 9:56 a.m. (Hora de Roma) despegó el vuelo AZ4000 con destino a Panamá. El avión tiene tres cabinas: En la primera está el Papa Francisco, en la segunda el equipo que le acompaña entre los que se destacan el encargados de Prensa: Matteo Bruni y Alessandro Girotti, nuevo Director de la Sala Stampa Vaticana y en la tercera 67 periodistas de todo el mundo, que convierten el avión en una auténtica sala de prensa.
Se puede apreciar el escudo del Vaticano en el menú y hasta en las almohadillas. Todos consumimos los mismos alimentos a bordo, no hay privilegios para nadie. El colega italiano Muolo Avvenire, que ha realizado más de 60 vuelos papales con los tres últimos Papas, detalla que hasta el Sumo Pontífice come lo mismo.
El papa lució un collar de chaquiras panameño
Aproximadamente 1 hora y 40 minutos después del despegue, llegó el momento más esperado, el Papa Francisco, salió a la tercera cabina, habló en italiano de las intenciones de esta Jornada Mundial de la Juventud, nos invitó a orar y hasta a guardar un minuto de silencio por el fallecimiento de un periodista ruso. Posteriormente llegó el momento más esperado, durante 45 minutos el Papa conversó con cada uno de los miembros de la prensa, pero esta vez en un acercamiento más personal en el que muchos aprovecharon para entregarle algún presente o pedirle una bendición.
Al llegar nuestro turno me presenté diciéndole: Santo Padre es una bendición conocerle, mi nombre es María Guadalupe soy de Panamá y soy peregrina también, así es que primero le agradezco por escucharnos a nosotros los jóvenes, él me miró con sus ojos verdes que transmiten tanta paz y me dijo: “ Con ese nombre ya la hiciste”, me sacó una sonrisa y debo confesar que había pensado mucho qué decirle cuando llegara ese momento, pero después de ese instante lo olvidé todo, solo alcanzo a describir el momento como haber tocado un pedacito de cielo durante un minuto y cuarenta y dos segundos que duró nuestra conversación.
Le dije Santo Padre le he traído algunos obsequios: el primero se trata de una cruz de madera que llevaba tallado su rostro, el mapa de Panamá y el logo de la JMJ 2019, también le hice entrega de un cuadro con su imagen en caricatura que le obsequiaba el diario Crítica y sin dudas uno de los regalos más especiales de todo el vuelo fue un collar de chaquiras con los colores de la bandera de nuestro país y con el nombre Panamá, que le habría encargado a una familia de origen Ngobe Buglé cuya confección tardó alrededor de dos meses.
Al sumo pontífice le recordé, a través de una foto, que San Juan Pablo II había usado también un collar similar hace 36 años cuando realizó la única visita papal de nuestra historia hasta este momento. Francisco me miró y con acento argentino me dice: ¿Querés que me lo ponga?, yo le respondí: “No sabe el honor que me haría”, segundos después solo recuerdo estárselo poniendo con ayuda del italiano Matteo Bruni, y así es como se generó una de las fotografías que recorrerá por la prensa de todo el mundo como recuerdo de su visita a Panamá.
“El miedo nos vuelve locos”
El vuelo de 11 horas y 55 minutos sirvió para generar los primeros titulares de Francisco camino a Panamá, un colega de la Televisión Pública Italiana, Marco Clementti, le contó al Pontífice que había estado en la caravana de migrantes de Latinoamérica y que el muro de Tijuana, México penetraba hasta los océanos, el Papa reprochó la situación a la que son sometidos los migrantes y le dijo: “Sigo muy de cerca la situación, “el muro es una locura, el miedo nos vuelve locos”, léete el Observatorio Romano, que trata sobre lo mismo, Muros del miedo, se llama, exclamó con pesar el papa latinoamericano, por lo que reafirmamos que sin duda alguna la migración será pieza clave en sus discursos en Panamá.
Sobre sus próximos destinos, el Papa adelantó que a un colega japonés que estará tan pronto como en noviembre en Japón y que viajaría a Mosul.
El vuelo papal aterrizó a las 4:30 P.M. culminando al ver desde la ventana de mi largo vuelo, cómo el Papa Francisco ha pisado nuestra humilde tierra para bendecirla y empezar una aventura que compartiremos juntos durante los días de la Jornada Mundial de la Juventud.
Al llegar nuestro turno me presenté diciéndole: Santo Padre es una bendición conocerle, mi nombre es María Guadalupe soy de Panamá y soy peregrina también, así es que primero le agradezco por escucharnos a nosotros los jóvenes, él me miró con sus ojos verdes que transmiten tanta paz y me dijo: “ Con ese nombre ya la hiciste”, me sacó una sonrisa y debo confesar que había pensado mucho qué decirle cuando llegara ese momento, pero después de ese instante lo olvidé todo, solo alcanzo a describir el momento como haber tocado un pedacito de cielo durante un minuto y cuarenta y dos segundos que duró nuestra conversación.
Le dije Santo Padre le he traído algunos obsequios: el primero se trata de una cruz de madera que llevaba tallado su rostro, el mapa de Panamá y el logo de la JMJ 2019, también le hice entrega de un cuadro con su imagen en caricatura que le obsequiaba el diario Crítica y sin dudas uno de los regalos más especiales de todo el vuelo fue un collar de chaquiras con los colores de la bandera de nuestro país y con el nombre Panamá, que le habría encargado a una familia de origen Ngobe Buglé cuya confección tardó alrededor de dos meses.
Al sumo pontífice le recordé, a través de una foto, que San Juan Pablo II había usado también un collar similar hace 36 años cuando realizó la única visita papal de nuestra historia hasta este momento. Francisco me miró y con acento argentino me dice: ¿Querés que me lo ponga?, yo le respondí: “No sabe el honor que me haría”, segundos después solo recuerdo estárselo poniendo con ayuda del italiano Matteo Bruni, y así es como se generó una de las fotografías que recorrerá por la prensa de todo el mundo como recuerdo de su visita a Panamá.
“El miedo nos vuelve locos”
El vuelo de 11 horas y 55 minutos sirvió para generar los primeros titulares de Francisco camino a Panamá, un colega de la Televisión Pública Italiana, Marco Clementti, le contó al Pontífice que había estado en la caravana de migrantes de Latinoamérica y que el muro de Tijuana, México penetraba hasta los océanos, el Papa reprochó la situación a la que son sometidos los migrantes y le dijo: “Sigo muy de cerca la situación, “el muro es una locura, el miedo nos vuelve locos”, léete el Observatorio Romano, que trata sobre lo mismo, Muros del miedo, se llama, exclamó con pesar el papa latinoamericano, por lo que reafirmamos que sin duda alguna la migración será pieza clave en sus discursos en Panamá.
Sobre sus próximos destinos, el Papa adelantó que a un colega japonés que estará tan pronto como en noviembre en Japón y que viajaría a Mosul.
El vuelo papal aterrizó a las 4:30 P.M. culminando al ver desde la ventana de mi largo vuelo, cómo el Papa Francisco ha pisado nuestra humilde tierra para bendecirla y empezar una aventura que compartiremos juntos durante los días de la Jornada Mundial de la Juventud.