En San Miguelito se siente el orgullo de ser afrodescendiente
La tradición, la alegría y la música de los afrodescendientes panameños se sintió con toda su fuerza ayer en la octava versión del desfile para celebrar el mes de la Etnia Negra en San Miguelito, que contó con la participación de más de 15 organizaciones y delegaciones estudiantiles.
El desfile fue organizado por la Coordinadora de la Etnia Negra de San Miguelito, bajo el lema: Rescatando nuestras raíces afrodescendientes en el distrito de San Miguelito.
Todo inició con una homilía en la parroquia Cristo Redentor, que fue dirigida por el padre Efraín De León. Tras el desfile, se cerró con una tarima de artistas invitados.
Hubo representación de escuelas primarias, parvularios, grupos folklóricos, diablicos sucios, reinas congos, instituciones gubernamentales y la Alcaldía de San Miguelito con el alcalde electo, Héctor Valdés Carrasquilla.
Los asistentes lucieron atuendos de la cultura afrodescendiente como los tradicionales gorros “Kufi” confeccionados de llamativos colores, vinchas turbantes, “Kafkán” y los varones con su “dashiki”, colorida prenda de vestir.
El 30 de mayo de cada año se celebra en Panamá el Día Nacional de la Etnia Negra con el fin de rendir tributo a los aportes de los esclavos traídos por los españoles durante la colonización y la construcción del Canal de Panamá, lo que ha aportado a la cultura del país y su gastronomía.
Según estimaciones de la Coordinadora de la Etnia Negra, el distrito de San Miguelito más del 60% de sus pobladores son afrodescendientes. Por su parte, el reverendo padre, Reinaldo Karamañitis, quien participó de las actividades, anunció que en el censo del año 2020 se contará de forma efectiva a la población afrodescendiente del distrito.
Jorge Murillo, miembro fundador de la Coordinadora Etnia Negra de San Miguelito, destacó que los afrodescendientes han aportado desde 1519 en la esclavitud en la colonización del Istmo, en 1850 en la construcción del ferrocarril de Panamá-Colón, en 1880 en el cultivo de banano en Bocas del Toro, en 1888 en la construcción fallida del canal francés, y en 1904 en los trabajos en la Construcción del Canal de Panamá.