Fallos del pleno hasta firmados por Mejía declinaron la competencia
La historia reciente de la Corte Suprema de Justicia está llena de precedentes de declinación de su competencia cuando los funcionarios bajo investigación renunciaron a sus cargos, incluso cuando el proceso ya había iniciado en esta instancia. Hasta el propio Jerónimo Mejía –quien ahora alega que la competencia es perpetua- firmó varios de esos fallos.
Tales precedentes -que dan luces sobre cómo debería actuar el pleno hoy cuando decida su competencia sobre el exdiputado del Parlacen, Ricardo Martinelli- fueron revelados ayer por la abogada y exviceministra María Fábrega, a través de una serie de mensajes en Twitter. El artículo 86 del Código Judicial era el fundamento para la declinación.
A lo largo de varios fallos desde la década de 1990, la Corte ha declinado seguir procesos al exdirector de la Policía Técnica Judicial, cJaime Abad, el exministro Emilio Kiwester, el exdirector de Aduanas, Rodrigo Arosemena, exfiscal Antonio González y otros, desde el momento en que -por una u otra causa- dejaron de ocupar esos puestos.
Tal es el caso de uno de los más acérrimos adversarios de Martinelli, el propio Jaime Abad. La Sala Penal de la Corte reconoció que ya no tenía competencia para investigarlo en un caso en el que era investigado.
Abad entregó una carta a la CSJ notificándoles de su renuncia al cargo el 15 de septiembre de 1994. Esta nota fue recibida y aceptada por la Corte, que luego en el fallo expuso "es decir entonces que ha dejado de existir la calidad de parte, razón por la cual se debe regir por las normas generales de la competencia, o sea, en atención a la naturaleza del delito, territorialidad o la cuantía".
La frase lapidaria de la decisión judicial es "la Corte Suprema, Sala Penal, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley se inhibe del conocimiento de las presentes sumarias y en consecuencia DECLINA COMPETENCIA ante los jueces municipales, ramo penal de Panamá en turno"