Finalización de la huelga en sector construcción deja un sabor agridulce
El sector de la construcción es uno de los motores de la economía panameña.
Panamá- Por un lado, el alivio de saber que se reactiva una industria importante de la economía nacional y que miles de familias volverán a recibir normalmente sus ingresos, amén de que grandes y pequeños negocios podrán regresar a sus niveles usuales de operaciones.
Por otro lado, la fórmula salomónica de “gravar” a los proyectos estatales en favor de los particulares , tendrán consecuencias macro y microeconómicas inimaginables y aún por estimar; igualmente, aún no podemos cuantificar los “costos ocultos” asociados con este acuerdo.
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El incremento de mano de obra en cuatro años para los proyectos privados será de 14%, para los estatales de 18% y con un recargo de 11% para las mega obras( las cuales todas son estatales); es decir que proyectos como el cuarto puente sobre el Canal, el metro, tren ligero etc, tendrán un sobrecosto en su mano de obra del 29% más prestaciones.
Es más, a partir de la implementación del acuerdo las viviendas populares construidas con fondos públicos tendrán un incremento en su mano de obra del 18% más sus prestaciones, provocando de esta manera que los posibles compradores queden fuera del rango bancario para préstamos, a menos que el Estado subvencione este incremento, aumentando de esta manera el monto total anual de subsidios, que actualmente ronda los 1,500 millones de balboas, cifra similar a la aportación anual del Canal.
Igualmente se incrementarán los costos de construcción de hospitales, escuelas, acueductos , etc.
Cuál es la diferencia entre la mano de obra de un proyecto estatal y uno privado? Sencillamente ninguna; el “leitmotiv” de esta diferencia ha sido una imposicion gubernamental en aras de finalizar el conflicto y que se reanude la construcción de sus proyectos insignes de cara a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y el próximo torneo electoral.
La Constitución panameña establece que: “a igual trabajo, igual remuneración “; entonces la pregunta de rigor sería, es este acuerdo constitucional o no?
Al final, los grandes perdedores son el “el panameñito vida mía” y los contribuyentes de este país.