Fiscalía sapea a testigo protegido
La última jornada del caso pinchazos fue desastrosa para la Fiscalía... Otra vez. Se les multó con $300 por revelar la identidad de su propio testigo protegido (8030145) o [email protected], pero además el juez Roberto Tejeira les reprendió severamente por la forma “desordenada” en que han presentado su evidencia y les negó la exhibición de una documentación aportada por el confeso pinchador.
Fue el propio sargento segundo de la Policía y exfuncionario del Consejo de Seguridad, el que le advirtió al juez Tejeira que en una cuenta de twitter de nombre Cleopatra se había revelado su nombre, pero el defensor Carlos Carrillo soltó una bomba en pleno estrado: fue la fiscal Elizabeth Carrión, integrante del team del Ministerio Público en el caso contra Ricardo Martinelli, la que identificó al militar en un video subido al portal de la Procuraduría.
¡Hubo silencio sepulcral en la sala! Los fiscales se miraban unos a otros. Vale recordar que en la audiencia del jueves, el testigo protegido llegó rodeado de un halo de misterio disfrazado como miembro del Ku Klux Klan, pero con túnica negra o como el personaje de “El Chacal de la Trompeta”, incluyendo guantes y botas. Luego de todo ese preámbulo propio del thriller de un film de suspenso, el [email protected] se quitó el vestuario escénico y se descubrió ante al auditorio.
Casi todo el que ha seguido el proceso pinchazos presumía que el técnico de computadora que laboraba primero para la DIIP y luego en el Consejo de Seguridad, era el testigo que quedó desprotegido de su identidad ante el resto de la sociedad, por obra y gracia de la fiscalía.
La fiscal Carrión intentó hacer un mea culpa. Fue un desliz al calor de la entrevista, un error involuntario y no doloso… ya tomamos los correctivos, exclamó la fiscal, pero el juez Tejeira no ocultaba su malestar y le impuso de inmediato una multa de $300. La agente de instrucción apeló la decisión, pero el tribunal integrado por otros dos jueces más, confirmó la sanción.
El juez Tejeira le recordó a Elizabeth Carrión que se les advirtió tajantemente sobre la reserva de la identidad del testigo, por lo que era preocupante que la Fiscalía lo identificara… no fue un desliz de los periodistas, no es un simple error y hay que asumir la responsabilidad de esa indiscreción, respondió el togado.
Para el presidente del tribunal, el daño ya fue hecho… ya no hay reserva identidad… ya se dio… yo no puedo hacer nada para recoger lo hecho.
Piden separar a “Picuiro” y Jacinto Gómez
Carlos Carrillo, abogado de Martinelli, calificó de vergonzoso que el Ministerio Público haya incumplido dolosamente la reserva que se pidió y lo más grave es que trataran de involucrar a la defensa de esa responsabilidad.
Carrillo también pidió la separación “inmediata” de sus funciones del jefe del Consejo de Seguridad, Rolando López y del subdirector de la Policía Nacional, Jacinto Gómez por “sanidad del proceso”, ya que se han dado dos situaciones graves de presiones al testigo Luis Rivera Calle y ahora con el caso de [email protected].
En tanto, el fiscal Aurelio Vásquez intentó sacar los chorizos del humo de la trastada sobre la identidad del testigo y alegó que era lamentable lo sucedido y dijo que se debe mantener la reserva del nombre, pero pidió no desenfocarse del norte del juicio.
Entre líneas, el fiscal Vásquez dejó entrever algún grado de responsabilidad de [email protected] en el caso pinchazo, alegando que hay un “testigo que expone y dice conocer hechos y es más se atribuye algunos hechos que pareciera ser participe”.
Cuando el periodista José Iván Ramos le preguntó a Vásquez cómo avanzaba la audiencia ahora que tenían como testigo al “pinchador”, el fiscal trató de matizar y alegó “yo no le diría pinchador… es un proceso donde hay otros prófugos… y como es un delito complejo, se le dio la calidad de testigo protegido”.
Libertad de Martinelli
Respecto a la posible liberación de Martinelli conforme al artículo 12 del Código Procesal Penal, que advierte que la detención provisional no puede exceder de un año, Aurelio Vásquez, aunque dijo que era respetuoso de la Constitución y las leyes, sostuvo que no es una operación aritmética y hay que valorar ciertos hechos como la conducta a procesal de la parte interviniente, las amenazas de demanda y denuncias, contexto salud.
En la audiencia de ayer, el testigo ahora desprotegido -que ayer llegó de vestido de saco y pantalón azul con corbata estampada-, fue preguntado y repreguntado por el fiscal Vásquez sobre los blancos de pinchazos, pero [email protected] no recordaba muchas cosas, salvo informes sobre algunas “amantes” y el pago de una mesada de $2,000.
[email protected] reveló además que el 1 de agosto de 2014 le confió al fiscal Marcelino Aguilar, que era el dueño del correo donde se recogían carpetas de los supuestos pinchazos y le entregó la clave de acceso: Kathya03.
La entrega de la clave y el acceso al correo [email protected] para la fecha del 1 de agosto de 2014, introduce otra interrogante: ¿cómo hubo un email de la periodista Siria Miranda a dicho correo, ya sea el 5 de agosto de 2014 ó el 15 de mayo del 2015, si ya la Fiscalía había asumido el control de esa comunicación?
En su primera aparición, [email protected] reveló que interpuso la denuncia a instancia del mandatario Juan Carlos Varela, pero lo hizo haciéndose pasar como un testigo de referencia o hablando en tercera persona, luego al pasar del tiempo se transforma en primera persona y se le otorga la calidad de testigo protegido. Ese extraño manejo, traería posibles consecuencias legales para el fiscal Marcelino Aguilar, quien fue el funcionario de instrucción que manejó desde un principio el caso pinchazos.
Ayer el testigo protegido -o desprotegido-, cuando se le preguntó sobre pinchazos al mandatario Juan Carlos Varela alegó que eran sobre sus actividades políticas. De la dirigencia del Suntracs explicó que era información sobre marchas y protestas cosas en los que Genaro López y Saúl Méndez eran “buenos”.
Además dijo que sobre Stanley Motta la información se refería a correos empresariales, pero cuando se le preguntó sobre periodistas como Álvaro Alvarado y Castalia Pascual escurrió el bulto y dijo que esos eran “blancos” de Ronny Rodríguez y William Pitty.
El testigo de la Fiscalía también insinuó sutilmente que algunas de las informaciones que recaba aparecían luego en glosas de los diarios, pero alegó no recordar cuál tema en especial.
El testigo desprotegido reiteró que brindó tres declaraciones ante la Fiscalía: el 29 de julio, 1 de agosto y 6 de agosto de 2014, pero alegando que la información se la suministró un tercero, algo difícil de tragar para cualquier investigador, porque precisamente dos días después de su última declaración el hombre que era apenas un cabo fue promovido para cumplir labores en la Junta Interamericana, con sede en Washington, posición reservada para comisionados y subcomisionados y que tiene un salario estimado de $10 mil.