GARRA: Futbolistas frente a juez por vender partidos de la LPF
A estos deportistras se les vincula al cobro de dinero para amañar partidos de la Liga Panameña Fútbol (LPF) y la Liga PROM, a petición de una mafia de casas de apuestas internacionales.
Dos jugadores activos y un exjugador de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) llegaron a la Sede del Sistema Penal Acusatorio, esposados y bajo custodia, tras ser aprehendidos en la operación Garra. La audiencia de garantías se programó a las las 2:00 p.m., donde se espera se devele una trama de corrupción que ha sacudido los cimientos del fútbol panameño.
Los tres aprehendidos, el mediocampista Lilio Mena, el exportero Óscar McFarlane y el defensa Rolando Gums Rentería, llegaron en un busito blanco con los vidrios ahumados. Eran cerca de la 1:15 p.m. El primero en bajar fue Gums Rentería, quien cubrió su rostro con la camiseta que vestía; los otros dos dejaron al descubierto sus caras.
Los futbolistas, esposados de manos, caminaron sin voltear la mirada hacia el grupo de periodistas que dan cobertura, a pesar de que algunos gritaban: ¿MacFarlene, tienes algo que decir?
Este último no dudó en responder: ¡Allá arriba hay un Dios!
El ingreso a la parte posterior del edificio del Sistema Penal Acusatorio fue rápido.
A estos deportistras se les vincula al cobro de dinero para amañar partidos de la Liga Panameña Fútbol (LPF) y la Liga PROM, a petición de una mafia de casas de apuestas internacionales.
La Fiscalía Primera contra la Delincuencia Organizada ha liderado la investigación tras recibir una denuncia de la Federación Panameña de Fútbol (Fepafut) sobre amaños de partidos. Según el fiscal Emeldo Márquez, los jugadores implicados recibían sobornos que oscilaban entre $1,500 y $4,500 para manipular los resultados de los partidos, ya sea a tiempo o al final.
La operación Garra, que se llevó a cabo en las provincias de Panamá, Colón, Coclé y Veraguas, ha revelado que algunos pagos se efectuaban mediante criptomonedas como bitcoin. La investigación está en curso y no se descarta la posibilidad de nuevas aprehensiones a medida que se avanza en el caso. Las penas para este delito oscilan entre 2 y 5 años de prisión.
El presidente de la Fepafut, Manuel Arias, recordó que hace más de un año se había mencionado la existencia de casos similares y que se tomarían las medidas necesarias para abordar el problema.
Este escándalo llega tras las preocupaciones expresadas el 5 de marzo de 2023 por el Alianza FC, que denunció contactos sospechosos con jugadores relacionados con apuestas. Además, el año pasado, el entrenador Gary Stempel encendió la polémica al acusar de amañamiento de partidos, generando un torbellino en el fútbol panameño.