Generación de empleo tiene que ser primera prioridad
El Instituto de Estadística y Censo (INEC) reportó recientemente una disminución en la Tasa de Desempleo, de 18.5% en septiembre 2020 a 14.5% en junio 2021, debida a que menos panameños están buscando trabajo y la planilla estatal aumentó.
El número de desocupados disminuyó en 89,933, de los cuales 66,502 (74%) es resultado de la reducción de la Población Económicamente Activa (PEA). Se crearon 23,431 empleos, pero la planilla estatal aumentó en 40,621 funcionarios, lo cual implica que la empresa privada perdió 17,260 empleos en esos 9 meses (septiembre 2020-junio 2021).
El patrón ha sido el mismo a lo largo de la pandemia. Entre agosto 2019 y junio 2021 se perdieron 265,320 empleos y agregaron 71,730 funcionarios, es decir, el sector privado perdió 336,890 empleos formales. En estos dos años, el empleo formal privado cayó 39%, la planilla estatal aumentó 24%, 129,997 panameños (as) dejaron de buscar trabajo y hay 579,568 recibiendo el Vale Digital (noviembre 2021).
El COVID-19 ha sido particularmente severo con los jóvenes. El Informe del INEC ubica el desempleo juvenil (15 a 29 años) en 28.9 % (junio 2021) versus 15% antes de la pandemia (agosto 2021). En esos 22 meses, 116,675 jóvenes perdieron sus fuentes de ingreso (1 de cada 4) y 55,965 dejaron de buscar trabajo (1 de cada 10).
En otras palabras, en los últimos 2 años, un tercio de los jóvenes entre 15 y 29 años perdieron su empleo o dejaron de buscar trabajo, y hoy dependen del Vale Digital. Ellos representan actualmente 21% de los trabajadores y 51% de los desempleados del país, así como el 44% de quienes perdieron su empleo y 45% de los nuevos desempleados, producto de la pandemia. Más del 40% de ellos son Ninis (versus 27% antes de la crisis).
Al colapso del empleo formal privado se agrega que la generación de nuevos empleos formales marcha lentamente. Entre enero y septiembre 2021, MITRADEL tramitó 162,498 nuevos contratos laborales (75% temporales), 55% de los 296,050 tramitados en el mismo período del 2019, año en el que se generaron 52,040 empleos, todos informales. Este comportamiento es un claro síntoma del deterioro del clima de inversiones en el país y la existencia de un alto nivel de INCERTIDUMBRE ENTRE LOS INVERSIONISTAS.
También hay INCERTIDUMBRE LABORAL. Según el Índice de Confianza del Consumidor Panameño (ICCP) de septiembre 2021, presentado por la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá (CCIAP), 43% de los panameños siente que perderá su empleo en los próximos 6 meses, 7% afirma no tener trabajo y 28% no sabe qué va a pasar. Es decir, 4 de cada 5 panameños (as) se muestra pesimista con respecto a sus perspectivas laborales.
A este informe se agrega una reciente encuesta de Gallup (noviembre 2021), que revela que el 67% de los panameños no tiene un empleo, el 15% trabaja a tiempo completo, el 5% trabaja menos tiempo y cobra igual.
La incertidumbre laboral es señal de cautela por parte de los consumidores a la hora de gastar y asumir nuevos compromisos, resultando en inhibición de un consumo que cayó en $600 millones mensuales. Si no hay consumo no hay ventas, sin ventas no hay ingresos, y sin ingresos no habrá empleo.
El Gobierno ha venido jugando un papel en el mercado laboral durante y posterior a la pandemia, de manera activa, a través de aumentos en la planilla estatal (+71,370 entre agosto 2019 y junio 2021) y pasiva, mediante el Vale Digital, que han permitido mitigar el impacto de la falta de espacios laborales, pero a su vez ha representado un factor importante en la disminución de la Población Económicamente Activa (129,997).
Los subsidios estatales, incluyendo el Vale Digital, han sido claves en la pérdida de 114,654 empleos agrícolas en los últimos dos años, 41% de la fuerza laboral del sector, máxime cuando el salario promedio de un trabajador agrícola es $299 mensuales (INEC, agosto 2019).
Esta intervención estatal no es sostenible, dada la precaria situación de las finanzas públicas y sobreendeudamiento del Estado. El sector privado sigue perdiendo empleo.
La estrategia sanitaria del Gobierno ha sido exitosa, logrando un alto porcentaje de vacunación y la disminución sostenida de contagios. La prioridad ha sido la vacunación, no la generación de empleo. Ya no estamos en un Estado de Emergencia Sanitaria, sino Económica. Sin “bajar la guardia”, es hora de hacer de la generación de empleo la primera prioridad.