¡Hay que mirar horizontes más grandes!
"El Bicentenario es una ocasión para levantar vuelo y mirar horizontes más grandes. Necesitamos discernir sobre nuestro pasado, presente y futuro y emprender grandes objetivos nacionales, que sobrepasen los gobiernos", expresó ayer el arzobispo de Panamá en el Te Deum que congregó a altos cargos del gobierno y a los líderes interreligiosos.
A las 8:12 a.m. aproximadamente inició el Te Deum oficiado por el Arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa y el Comité interreligioso de Panamá, en la Catedral Metropolitana, en conmemoración del Bicentenario de la Independencia de España.
Aparte del mandatario Laurentino Cortizo y su equipo de gobierno, estaban presentes el arzobispo anglicano, Julio Murray; el rabino Gustavo Kraselnik; Elder Johny Ruiz, de la Iglesia de Jesucristo de los santos de la Últimos Días; Shaij Asif Mahetar, del Centro Cultural Islámico; Isis Navarro, de la Comunidad Cristiana; Cristthian Bejereno, de la Comunidad Bahai; reverendo José de los Reyes Ordoñez, de Balboa Union Church y el obispo Juan Simpson, de la Iglesia Metodista, quienes enviaron sus bendiciones y plegarias al país y a su gente.
Por su parte, en su homilía, Monseñor Ulloa dijo que las celebraciones del Bicentenario en medio de la pandemia es una buena ocasión para que ahora podamos proseguir la construcción de nuestra nación, levantar vuelo y mirar horizontes más grandes y más altos. “Ayer fueron los próceres y padres fundadores de nuestra patria, ahora nos toca a todos nosotros, por eso entre todos sin exclusión de ningún panameño y panameña necesitamos discernir sobre nuestro pasado, presente y futuro”.
Señaló que urge definir y emprender grandes objetivos nacionales con consensos fuertes, cultivando proyectos de Estado que sobrepasen proyectos de gobierno.
Para el prelado, la Patria nace en la comunión profundamente humana, cuando todos hacemos propios y comunes valores como la solidaridad, la libertad, la paz y el respeto a la diversidad étnica, multicultural y religiosa.
La Patria también nace cuando todos deponemos egoísmos personales, partidistas, económicos, políticos, por el bien común . La Patria no se inventa, solo se redescubre y revitaliza siempre en la fidelidad a su patrimonio de origen, añadió.
El arzobispo dijo que aspiramos que en estos días recordemos con sano orgullo que, a pesar de las adversidades, hemos realizado hazañas memorables, a pesar de ser un país pequeño, hemos dejado en grande el nombre de nuestra patria sin importar regionalismos, sin importar si soy coclesano, santeño, herrerano, chiricano, colonense, bocatoreño, darienita o de Panamá Oeste, o de los diversos pueblos indígenas con cada una de sus diversidades culturales”.
El guía de los católicos sostuvo además que todos necesitamos unir nuestros esfuerzos para procurar el bienestar, el desarrollo y el progreso de nuestro país, y colocarnos la misma camiseta: Panamá.
En este Bicentenario tenemos la oportunidad para escribir nuevas páginas de la historia nacional, ya que tenemos un país, que a pesar de las dificultades y problemas a los cuales todos y todas estamos llamados a solucionar, también tenemos grandes oportunidades.
Es urgente, la tarea de reencontrar el consensos que favorezca el desarrollo social, para garantizar mejores condiciones de vida para quienes convivimos en este territorio panameño, sin que nadie se sienta excluido de las bendiciones que tiene Panamá”, sostuvo Ulloa.
José Domingo Ulloa también llamó a los jóvenes a no dejarse envolver de las mañas del pasado, sino de aquellos que les permita crecer y aportar al país, que no renuncien a su rebeldía, que no se dejen domesticar, que sean críticos serios y activos, aportando desde su entusiasmo pasión y juventud.
Ante el negativismo que nos invade, por situaciones dolorosas e injusta como la violencia, la corrupción, la indiferencia, Ulloa llama a renovar la esperanza con los pies puestos en esta tierra que nos vio crecer y con la fuerza que nos da sabernos amado por Dios, señor de la historia, que nunca nos abandona.
“Los profundos problemas que vive a diario nuestro pueblo y que se han agudizado con la pandemia, no pueden esperar, no podemos seguir pensando que todo está bien, existe un real clamor del pueblo al que no podemos ser indiferentes, el primer paso es hacer una escucha dentro de las necesidades del pueblo, y los sectores del país, escuchar sin prejuicios ayudará a comprender por qué y cómo hay que dar oportunas y permanentes respuestas a través de políticas públicas de Estado”, indicó el jefe de la Iglesia Católica en Panamá.
Para el monseñor, el mejor homenaje a nuestros próceres es reflexionar y asumir los mismos ideales que ellos enarbolaron, donde encontremos pobreza, necesidad, carencia de lo básico, insolidaridad, corrupción, juega vivo, y todo aquello que haga infeliz a alguien, es un motivo para que todos, sigamos trabajando y luchando por esa independencia que soñaron los próceres de América.
Instó a denunciar las injusticias, los males sociales, que parecen apoderarse del país, pero además a salir a la defensa de actitudes, primero a nivel personal, después en familia, en comunidad, en todos los espacios que cada uno nos desenvolvemos,
“Si hay algo que debemos convertir en un virus que se contagie, es la honestidad, la solidaridad, la corresponsabilidad, para que exista un verdadero cambio y una transformación positiva en todo lo que no es ético, honesto o moral, contagiemos a nuestra familia de esperanza, con acción, hay que moverse para hacer los cambios, hay que arriesgarse por un mundo, y un país mejor, este es el empeño de las comunidades de fe donde siempre estaremos presentes”, dijo.
Además, anunció que la familia del Doctor Justo Arosemena, donó a la Iglesia Católica documentos inéditos y originales del padre de nacionalidad panameña.
Se trata de dos documentos. Crta a los Istmeños, del 17 de octubre de 1840, donde describe la precaria situación del istmo, y las posibilidades económicas que ofrecería la construcción de un canal y el otro documento titulado, "La Suerte del Istmo", que describe las primeras etapas de la Separación de Colombia”, detalló Ulloa.
Ulloa invitó al presidente Cortizo a firmar el documento del Te Deum de la celebración de los 200 años de la Independencia de Panamá de España.
Luego en el atrio de la Catedral se dio a la lectura del acta de independencia del 28 de noviembre de 1821, honor que recayó en Juan Carlos Monterrey, jefe negociador de Panamá en la reciente conferencia mundial del Cambio Climático.