¡La humanidad rumbo a la extinción!
El paleontólogo y editor de la revista científica Nature, Henry Gee, indicó que la humanidad ya podría "ya ser una especie muerta caminando".
El editor no fue tímido al usar la palabra “extinción” en su artículo publicado en Scientific American. “Sospecho que la población humana está lista no solo para la contracción, sino también para el colapso, y pronto”, manifestó.
Gee explicó que la falta de una variación genética, la caída en la tasa de natalidad a nivel mundial, el estrés causado por vivir en ciudades superpobladas y la contaminación, serían los responsables de nuestra extinción...están poniendo al homo sapiens al colapso
“Las señales ya están ahí para quien quiera verlas”,
Tan pronto lleguemos al 2100, el tamaño de la población mundial podría ser menor de lo que es ahora. En la mayoría de los países, incluidos los más pobres, la tasa de natalidad está ahora muy por debajo de la tasa de mortalidad. En algunos de estos, la población pronto será la mitad del valor actual. La gente ahora está preocupada por la subpoblación.
El homo sapiens como especie, es extraordinariamente similar. Hay más variación genética en unos pocos grupos de chimpancés salvajes que en toda la población humana.
Asimismo, recalca que “las especies de mamíferos tienden a aparecer y a desaparecer con bastante rapidez; apareciendo, floreciendo y desapareciendo en un millón de años aproximadamente” y anexa una posible extinción del Homo sapiens a su falta de variación genética.
“El registro fósil indica que el Homo sapiens existió durante 315.000 años aproximadamente, pero durante la mayor parte de ese tiempo la especie fue rara, tan rara que estuvo cerca de la extinción quizás más de una vez. Así se sembraron las semillas de la ruina de la humanidad: la población actual creció muy rápidamente desde algo mucho más pequeño. El resultado es que, como especie, Homo sapiens es extraordinariamente similar. Hay más variación genética en unos pocos grupos de chimpancés salvajes que en toda la población humana. La falta de variación genética nunca es buena para la supervivencia de las especies”, expone.
Además advierte que la gente está postergando la posibilidad de tener hijos, quizás tanto tiempo que su propia fertilidad comienza a declinar.
En las últimas décadas, la calidad del esperma humano ha disminuido enormemente, lo que posiblemente ha llevado a tasas de natalidad más bajas, por razones de las que nadie está realmente seguro.
Con una mejor anticoncepción y una mejor atención de la salud, las mujeres no necesitan tener tantos hijos para asegurarse de que al menos algunos sobreviven a los peligros de la primera infancia. Pero tener menos hijos y hacerlo más tarde significa que es probable que la población se reduzca.
Explica en el artículo que aunque la población aumenta, esa tasa de incremento se redujo a la mitad desde 1968. También, que hay un consenso general en que la población alcanzará su punto máximo en algún momento de mediados de siglo y que luego comenzará a caer de forma drástica.
Llega un momento en el progreso de cualquier especie, incluso las que parecen prosperar, en el que la extinción será inevitable, sin importar lo que puedan hacer para evitarla. La causa de la extinción suele ser una reacción tardía a la pérdida de hábitat. Las especies que corren mayor riesgo son aquellas que dominan parcelas de particulares a expensas de otras, que tienden a migrar a otros lugares y, por lo tanto, están más dispersas.
Los seres humanos ocupamos más o menos todo el planeta, y con nuestra expansión, somos dominantes dentro de el. Por tanto, el homo sapiens podría ser ya una especie muerta andante.
“Sospecho que la población humana está destinada no solo a la contracción sino al colapso, y pronto. Parafraseando a Lehrer, si vamos a escribir sobre la extinción humana, será mejor que comencemos a escribir ahora”, concluye Gee su artículo.