Las recomendaciones del Decano de Medicina
El doctor Enrique Mendoza reconoció que la primera fase de la emergencia por la pandemia del coronavirus está llegando a su fin, y ahora se deben identificar grupos en riesgo; idear y promulgar políticas para ellos; dar explicaciones para que las personas vulnerables cambien su comportamiento sin convertirse en chivos expiatorios, proporcionar infraestructura vital; y estar listo para adaptarse a medida que entren nuevos datos.
Mendoza, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, realizó un análisis sobre el avance del Covid-19 y la cuarentena, en el que destaca que en la primera fase demasiados gobiernos no pudieron detectar lo que venía, y luego hicieron lo que pudieron, pero en la segunda fase que será mucho más larga, no tendrán tal excusa.
El galeno destacó que lo que se haga, diferenciará los países donde trabaja el gobierno de aquellos donde no lo hace. "Los riesgos no podrían ser mayores", dijo; advirtiendo que al abrir la cuarentena sin duda se corre el riesgo de una segunda ola.
El respetado formador de médicos señala que sin pruebas, un país está ciego, pero armados con datos, los gobiernos pueden refinar continuamente sus políticas. Alguna vez se pensó que las mascarillas eran ineficaces, pero de hecho ayudan a detener la propagación de la enfermedad al igual que el lavado de manos, son baratos y no imponen costos ocultos.
Para limitar el riesgo -advierte Mendoza- se requiere un enfoque epidemiológico que se centre en los lugares y las personas con mayor probabilidad de propagar la enfermedad: hogares de ancianos, refugiados, agentes de seguridad que en mayoría son adultos mayores.