Le gritan corrupto a Varela y se armó Troya
El expresidente Juan Carlos Varela tuvo un altercado público con el empresario Carlos Sultán, que incluyó insultos y calificativos de "corrupto" mientras miraban asombrados comensales y personal de un lujoso restaurante de comida japonesa.
Detalles sobre el encontronazo fueron revelados a país por el exembajador y exlegislador Guillermo Cochez, quien es abogado del español-venezolano Carlos Sultán.
Cochez relató que en el último día de su mandato como presidente, Varela le ordenó al entonces Ministro de Ambiente, Emilio Sempris, anular el estudio de impacto ambiental de un proyecto que Carlos Sultán tenía en el sector de Tocumen.
Por esa razón, afirma Cochez, que Sultán aprovechó que vio a Varela en el restaurante Makoto para hacerle saber lo que pensaba de él. El expresidente estaba comiendo con sus hijos.
"Lo que hizo el señor Sultán, lo hubiera hecho yo también", contó Cochez en un video que filmó desde su auto. "Varela perdió la compostura... se alborotó".
El exmandatario puso una denuncia contra Sultán ante la justicia de paz en Bella Vista por "falta de respeto".
"Yo me encargo de sacarlo de donde vayan a quererlo meter", aseguró Cochez. "Es lo que yo hubiera hecho y que muchísimos panameños quisieran hacerle a Varela el día que lo vean. Arbitrario, autoritario, hipócrita y pícaro; corrupto y medio".
Sultán y su abogado se presentaron a la audiencia ante una jueza de paz; pero el expresidente Varela brilló por su ausencia.
"Al no haber cargos contra el señor Sultán, la juez de paz desestimó la denuncia y mandó a archivar el expediente", relató Cochez afuera de la casa de justicia de paz. "Tendrán que meter a muchos presos, porque muchos piensan exactamente de Juan Carlos Varela lo que piensa el señor Sultán".
El expresidente Ricardo Martinelli tuvo algunas palabras en Twitter para referirse al encontronazo: "Lamento que Carlos Sultan, o cualquier ciudadano, haya quedado preso por decirle la verdad en su cara a cachaza Varela. Que suerte que ya no tienen poder. No se dejen intimidar por el subnormal".
El proyecto que motivó la ira de Sultán requería una inversión de $300 millones en 600 hectáreas de tierras ubicadas al lado este del Aeropuerto de Tocumen. El gobierno le dio larga y generó pérdidas por más de $27 millones al grupo original que estructuró el proyecto, pero en la última semana el varelismo, cuando ya entraron otros promotores, le dieron el visto bueno ambiental para ejecutar las obras.