Nacional - 14/12/22 - 12:00 AM

Leo Messi, nombre y hombre del fútbol

VERSIÓN FANTÁSTICA: Una victoria inolvidable, categórica, con corazón, coraje, magia y contundencia. Con la mejor versión en un Mundial de “La Pulga” que tira flamas, los “albiceleste” están a un escalón de lograr el Olimpo de los Dioses

 

Por: Por: Gabriel Castillo / Para Crítica Impreso -

La vida está llena de motivos, este corazón argento es una combinación de temperamento y talento, que hasta nos conmueve el alma y nos emociona la mente. Ese gol de Alvarez, si el del 2-0, un reflejo, un dejavu, idéntico al de Mario Kempes, con la pelota por delante, dejando a todos los holandeses por detrás, para que volaran los papelitos en el Monumental, para el primer título.

Este plantel ha cumplido con la ilusión generada. Está forjado de carácter, son 19 jugadores con debut Mundial, nadie depende, es un todo. Ya retumba en las paredes: “pongan huevos, huevos la celeste, pongan huevos sin cesar, que el domingo cueste lo que cueste, tenemos que ganar”.

Julian “La Araña” Alvarez, con seis meses en Europa, sin buen suceso,en Manchester City, suplente de Lautaro Martínez, nada más y menos que el goleador del ciclo Scaloni. Fue una buena elección, encontró a su ”9”, ese pibe hace 8 años, con solo 14 años, se tomaba la postal con su ídolo, así mismo tras llorar la derrota ante Alemania, frustrado título en Brasil.

Con Scaloni, hay que quemar todos los libros, que un joven de 44 años, no podía generar un plan de competencia exitoso, hasta el maestro uruguayo Oscar Washington Tabares, lo reprendió: “no digas eso tu jugastes al fútbol, eso también cuenta”.

Todo planificado y claro, Messi charló con sus cancerberos: Dibu, Armani y Ruly, para ponersela en la “zona 0”, arriba, fuerte y potenciado, al políglota Livakovic, que no descifró el idioma del gol. El penal daba tranquilidad notoria, para marcar el camino.

Messi, infalible, obstinado, no desaprovechó un segundo. Hasta en el momento de la celebración del gol, daba órdenes. Como líder, no quería ninguna nota desafinada.

Argentina entró reservada, con esfuerzos dosificados. Scaloni planificó, lo contó Leo, le cedió el balón en los primeros 15 y los croatas, con Modric, tenían un buen gesto técnico que le permitía posesionarse del campo, pero sin llegar al arco.

Muy aparte lo de Alvarez, con apenas 22 años, le dan una responsabilidad meterse entre los centrales, Givardiol y Lovren, que lo superaban en todo, pero igual le rompió el cerco, con un despliegue físico denotado, le recetó doblete y tiene 4. El surgido del modesto Atlético Calchín, levanta la mano.

Pensado y estratégicamente, sabían los pamperos, lo que se necesitaba. Bien visualizado, toman, concentran y conservan el esférico, desactivan y minimizan y logran tener experiencias progresivas a partir de la pasividad.

Busquemos los argumentos futbolísticos. conceptualicemos.Un cuerpo técnico joven Scaloni, Aimar,Samuel, Ayala, le ha dado personalidad e identidad, para a partir de los problemas encontrar la variabilidad y encontrar lo resolutivo.

Esta es la sexta final en 8 años, una nueva oportunidad por el título, para muchos no creíble, cuando conocieron el fuego y cuánto pesa su llama, después del traspié ante Arabia Saudita en el punto de partida en Catar. Fue un batacazo, de 36 enfrentamientos en línea, sin perder.

Cómo alinea Scaloni, no preocupa a nadie, están mancomunados, tienes todos los elementos, la alquimia para su fórmula perfecta, Lo sabe,es un privilegio. Sería el cuarto estratega de ir por el partido definitivo, pero de igual forma no se compara con Menotti, Bilardo, Sabela… “ellos son historia”.

Esa sonrisa de Messi, nunca se la vi en los más de 20 años en Barcelona, donde lo logró todo, este nuevo gesto de placer, alegría es la felicidad del colectivo que lucha para estar a la altura del 10… al fútbol, lo que es del fútbol.

“No llegamos al 100 %, pero siempre este grupo da un plus más. Es emocionante. Hicimos un partidazo y nos metimos en la Final. Sabíamos que no éramos los grandes favoritos, pero no le íbamos a regalar nada a nadie”, lo resume Leo Messi.

El fútbol se paga de contado, que se lo merece Messi y los “che”, porque lo han buscado, no me abstraigo de nada. Nuestras posiciones son entre el cielo y el infierno, pero esta Argentina juega desde ese sentimiento de fuego sagrado, con mezcla de valores y cualidades aspiracionales. Llegó el momento de dejar atrás el: ¡No llores por mi Argentina!

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