Ley antirruido: silencio o sanciones
La Asamblea Nacional de Diputados aprobó en segundo debate la iniciativa 751 que promete silenciar las calles y vecindarios. La nueva legislación prohíbe el ruido excesivo con duras consecuencias para quienes la infrinjan.
Con este proyecto, propuesto por los diputados Juan Diego Vásquez y Everardo Concepción, se implementará un estricto sistema de medición del ruido, con medidores de decibelios proporcionados a la policía local. Los agentes podrán acudir a fiestas, hogares y negocios para evaluar los niveles de ruido. Aquellos que superen los límites permitidos se enfrentarán a sanciones que incluyen tiempo en prisión para individuos y el cierre de negocios en el caso de empresas.
El tráfico tampoco será una excepción, ya que se instalarán medidores de ruido en las calles para controlar los niveles de sonido emitidos por sistemas de sonido en vehículos y bocinas. Los conductores que sobrepasen los límites establecidos serán arrestados y multados.
Establecimientos de ocio y entretenimiento, como bares, discotecas, restaurantes y almacenes, serán objeto de un escrutinio aún más minucioso. Aquellos que superen los niveles permitidos de ruido podrían enfrentar cierres temporales y multas sustanciales.
Además, la ley otorga a la policía la facultad de imponer multas y arrestar a cualquier persona que supere los niveles de ruido establecidos, lo que ha generado preocupaciones sobre el potencial de abuso de poder.
Incluso los ladridos de perros excesivamente ruidosos no escaparán de la nueva regulación, lo que significa que los dueños de mascotas deberán garantizar que sus animales no perturben la tranquilidad pública.
La pirotecnia también se verá afectada, ya que solo se permitirá el uso de fuegos artificiales en carnavales y dentro de horarios específicos. Los conciertos al aire libre también deberán cumplir con los límites de ruido o enfrentarán multas considerables para los organizadores.
También se prohibirá el uso del pito de los automóviles en los parques naturales, con el fin de preservar la serenidad de estos espacios.