LOS OJOS DE LA ESPERANZA DEL PUEBLO
Hoy quiero cambiar un poco la temática de mis escritos, luego de 15 días de estar recorriendo el país en campaña abierta para la presidencia de la República, veo en mis copartidarios esos ojos de esperanza de que el Cambio regrese a sus hogares, el abrazo sincero, el estrechón de manos de los miles de amigos del CD que en mi caminar me dicen sus sueños, confían sus esperanzas en que regresemos a gobernar, me llena de energía y me hace redoblar esfuerzos para que esto ocurra.
La mayoría, sino todos los copartidarios, me dicen Riccardo, después de la contienda, sea cual sea el resultado, si tú ganas, llama a todos los demás a unirse, y si llegaras a perder, de una vez súmate al ganador, este partido unido ¡es invencible!
Y la verdad recuerdo porque dejé la tranquilidad de mi hogar, mis compromisos empresariales, no fue para llenar la maleta de ego que todos tenemos, ni para evadir, como han querido decir algunos, la justicia; la primera ya está llena, era muy pequeña, aprendí que el ego es en mala dosis negativo, y sobre la justicia, no tengo miedo, porque no solo fui funcionario de gobierno, sino que además todas mis actuaciones en mi vida se apegan a una gran ley, la ley de Dios, y a esa es a la que le temo y ante Él sé que deberé responder algún día, así que cuido mucho mi actuar.
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Me metí en la política porque vi en carne propia el dolor de miles de panameños que sufren en nuestras cárceles; porque vi la pobreza de sus familias al visitarlos, me desgarraba el alma; conversando con ellos vi que a Panamá le hacían falta muchas cosas por arreglar, porque hay una gran parte de la población que no ve los frutos del progreso, por ellos entré a la política y a ellos me debo, no les voy a fallar.
También y no lo niego, me metí por ustedes los miembros del CD, por esos más de 500 mil hombres y mujeres honestos, trabajadores que han querido manchar con propaganda de desprestigio, estoy de acuerdo que si alguien cometió un error pague por eso, pero no nos van a juzgar a todos los Cambio Democrático por el error de algunos pocos si los hubo, por eso me metí en esta contienda, para ser la voz de los sin voz, la voz de los humildes y de todos los miembros de Cambio Democrático, porque sí es verdad: ¡Unidos somos invencibles!
Esta contienda no termina en 30 días, tienen mi promesa que si no logro obtener la victoria con el voto de ustedes, seguiré aquí en Cambio Democrático, caminando con quien resulte favorecido, vigilante de que se respeten los espacios de todos, porque este partido no tiene dueño, este partido es de esas más de 500 mil almas que sueñan con mejores días; aportaré lo que tenga que aportar para que ese sueño llegue a cumplirse. Sé que venceremos y enarbolaré la bandera del Cambio, sin revanchismos, mirando siempre los intereses de la patria, como decía José Ingenieros cuando se refería a la patria: "...La patria es mucho más y es otra cosa: Sincronismo de espíritu y corazones, temple uniforme para el esfuerzo y homogénea disposición para el sacrificio...".
Eso es lo que busco, la sincronización de todos los espíritus y los corazones de Cambio Democrático para hacer de esta patria un mejor hogar, el temple y el sacrificio para lograrlo; estaré ahí para juntos llegar como un solo partido, una sola familia a ganar en el 2019.
Ya sabes, "Unido Cambio Democrático es INVENCIBLE".