Nacional - 05/4/19 - 06:30 PM
Manifestación contra construcción de terminal petrolera en Isla Boná
La isla, de 74 hectáreas y ubicada cerca del Canal de Panamá, es un ecosistema único en el que llegan a anidar y reproducirse miles de aves marinas cada año.
Varias organizaciones medioambientales se manifestaron este jueves para pedirle al Gobierno de Panamá que rechace un proyecto de construcción de una terminal petrolera en Isla Boná, ubicada en el Pacífico panameño y considerada un santuario de aves marinas.
"Es prácticamente el último refugio que le queda a las aves marinas migratorias en el Golfo de Panamá porque todas las demás islas han sido concesionadas para proyectos de puertos e hidrocarburos", explicó a Acan-Efe el presidente de la Asociación de Derecho Ambiental, Donaldo Sousa.
La isla, de 74 hectáreas y ubicada cerca del Canal de Panamá, es un ecosistema único en el que llegan a anidar y reproducirse miles de aves marinas cada año.
"Es prácticamente el último refugio que le queda a las aves marinas migratorias en el Golfo de Panamá porque todas las demás islas han sido concesionadas para proyectos de puertos e hidrocarburos", explicó a Acan-Efe el presidente de la Asociación de Derecho Ambiental, Donaldo Sousa.
La isla, de 74 hectáreas y ubicada cerca del Canal de Panamá, es un ecosistema único en el que llegan a anidar y reproducirse miles de aves marinas cada año.
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El pasado 27 de marzo un diputado oficialista presentó un proyecto de ley para declarar la isla un refugio de vida silvestre, como varias organizaciones llevan meses demando, entre ellos el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), uno de los centros más importantes de Estados Unidos.
"El desarrollo económico del país no puede ser a costa del medio ambiente. Con este proyecto ganan unos pocos y perdemos todos", denunció en declaraciones a Acan-Efe la directora de la ONG Tortuguias, Sandra Álvarez.
El Gobierno panameño autorizó esta semana el arrendamiento durante 20 años de 34 hectáreas de la isla a la empresa Bona Pacific Corp (BPC) para la construcción y operación de una terminal petrolera de alto calado, que requiere una inversión de 260 millones de dólares.
La terminal abastecería de combustible a los miles de buques que usan el canal interoceánico, por el que pasa el 6 % del comercio mundial y se conectan más de 1.700 puertos en 160 países.
Los manifestantes, que se concentraron durante un par de horas a las puertas del Ministerio de Ambiente, gritaron consignas como "Boná no se vende, Boná se defiende" y portaron carteles en los que se podían leer mensajes como "Talar bosques también es corrupción" o "No hay planeta B".
"En Isla Melones y Taboguilla, dos islas cercanas a Boná, los estudios demuestran que la construcción de terminales petroleras ha afectado seriamente a la vida marina. Los corales viven con contaminación crónica", afirmó la abogada del Centro de Incidencia Ambiental de Panamá (CIAM), María Gabriella Dutarti.
La obra incluye la construcción de un muelle flotante de 50 metros, un helipuerto y ocho tanques con una capacidad de 100.000 barriles de petróleo cada uno, según detalla la empresa en su página web.
"El desarrollo económico del país no puede ser a costa del medio ambiente. Con este proyecto ganan unos pocos y perdemos todos", denunció en declaraciones a Acan-Efe la directora de la ONG Tortuguias, Sandra Álvarez.
El Gobierno panameño autorizó esta semana el arrendamiento durante 20 años de 34 hectáreas de la isla a la empresa Bona Pacific Corp (BPC) para la construcción y operación de una terminal petrolera de alto calado, que requiere una inversión de 260 millones de dólares.
La terminal abastecería de combustible a los miles de buques que usan el canal interoceánico, por el que pasa el 6 % del comercio mundial y se conectan más de 1.700 puertos en 160 países.
Los manifestantes, que se concentraron durante un par de horas a las puertas del Ministerio de Ambiente, gritaron consignas como "Boná no se vende, Boná se defiende" y portaron carteles en los que se podían leer mensajes como "Talar bosques también es corrupción" o "No hay planeta B".
"En Isla Melones y Taboguilla, dos islas cercanas a Boná, los estudios demuestran que la construcción de terminales petroleras ha afectado seriamente a la vida marina. Los corales viven con contaminación crónica", afirmó la abogada del Centro de Incidencia Ambiental de Panamá (CIAM), María Gabriella Dutarti.
La obra incluye la construcción de un muelle flotante de 50 metros, un helipuerto y ocho tanques con una capacidad de 100.000 barriles de petróleo cada uno, según detalla la empresa en su página web.