Nacional - 06/10/23 - 07:00 PM

Martinelli: Yo voy a ser presidente

"La gente me daba por muerto. Pensaban que yo estaba nockeado. No pesaban que iba a salir de las cenizas. No solo poder recomponer mi vida, sino mi negocio, mi familia".

Por: Redacción / Crítica - Viernes 06 de Octubre de 2023 7:00 PM

Cuando yo sea presidente porque 'yo voy a ser presidente', voy a cambiar la narrativa de esta historia, porque esta historia todavía no ha terminado". Con estas palabras llenas de determinación, el exmandatario y actual candidato presidencial de Realizando Metas, Ricardo Martinelli, reveló su visión para el futuro de Panamá.

En una entrevista con el influyente Mayer Mizrachi. Martinelli, quien lidera las encuestas como favorito para las elecciones de 2024, esbozó parte de sus planes enfocándose en la creación de fuentes económicas y sociales que permitan a los panameños vivir con tranquilidad y sentirse orgullosos de su país.

Martinelli expresó su profunda preocupación sobre la dirección actual del país y señaló que la administración en curso está perjudicando gravemente a Panamá.

Afirma que la política ha sido tomada como un un negocio, como la mafia en la que estás adentro, muerto o preso. Los políticos han destrampado al país, contrario a la nación que dejó en el 2014. "No es el país que está en el 2024. Lo han acabado".

Para el exmandatario "La gente está harta, cabreada, aburrida. No cree en nada ni en nadie". Alega que el crecimiento en la planilla estatal y la burocrcia está acabando con los emprendedores y "hay una dependencia en la cosa pública, el subsido, el pavito de navidad, el jamoncito".

La solución a su juicio es darle trabajo a los panameños para que tengan billete, chenchen en el bolsillo, pero bastante", una situación alejada de lo que hoy se vive en el país, donde un porcentaje importante recibe subsidios mensuales de Estado, que mantiene aún una emergencia por la pandemia del Covid-19.

Las frases más destacadas del expresidente:

"Están acabando con el país con la dirección actual."

"La política, la venganza y la saña no deberían involucrarse en la vida familiar de nadie."

"Mi sucesor, Juan Carlos Varelas, despertó un odio y desencanto entre los panameños."

"La persecución actual es inaceptable, y aunque no soy un (Nelson) Mandela, esta es mi última oportunidad para cambiar el país."

"La justicia está ausente, y la gente está harta, cabreada, aburrida. No cree en nada ni en nadie."

"Nuestra política se ha convertido en un negocio, como la mafia. Los candidatos ya no pueden ganar votos regalando jamones."

"La gente quiere soluciones reales para ellos y sus familias: trabajo, progreso y paz."

"El sistema actual está diseñado para mantener a los panameños como empleados, sin oportunidades de emprendimiento, y con costos inaceptables en medicinas."

"El Panamá que dejé en 2014 no es el mismo que en 2023. Lo han deteriorado."

Político

Martinelli, de 71 años, es el candidato favorito para ganar las elecciones de mayo del 2024, se describe como un hombre que duerme poco y trabaja mucho, luchador, que le gusta la informalidad, sincero y directo, y que se mantiene ocupado con un propósito en la vida. Sin embargo, su lucha ha sido intensa.

"La gente me daba por muerto. Pensaban que yo estaba noqueado. No pesaban que iba a salir de las cenizas. No solo poder recomponer mi vida, sino mi negocio, mi familia".

Justicia amañada, juicios políticos
"El Loco" como también se le conoce afirma que "me atacan y me quieren descabezar sin asco y me han inventado una serie de procesos políticos amañados, que al final la señora que manda en la Corte (presidenta María Eugenia López), es la que controla todo el sistema".

Para Martinelli, la persecución judicial la inició el expresdiente Juan Carlos Varela. "La gente no entiende el daño que le hizo a la fibra del país, porque él despertó un odio y desencanto que no había entre los panameños, motivado por su complejo de inferioridad y su forma de ser".

Asegura que Varela intentó desmeritar todo lo que se había hecho en su gobierno. "El tipo es un gran sinvergüenza", indicó.

A pesar de la situación, se muestra a favor de hacer un alto, y aunque afirma no ser ningún (Nelson) Mandela (Premio Nobel de la Paz), está consciente de que por su avanzada edad, esta es su última oportunidad para cambiar el país que no funciona.

"Si me dedico a perseguir no voy a poder corregir los graves errores por lo que estoy corriendo para presidente, para dejar un legado para cambiar el país". Además, que más satisfacción que ellos sepan que yo gané, eso es suficiente.".

Para el exmandatario, la política ha cambiado y hay candidatos que creen que regalando unos jamoncitos, trabajo o prebenda van a conseguir un voto.

"Ya la gente no come cuentos. La gente quiere a alguien que les resuelva a ellos y a sus familias". La gente quiere trabajo, progreso y paz".

Alega que el sistema actual está diseñado para que los panameños sigan siendo empleados, no haya emprendimiento, todo esté caro. Lo de las medicinas no tiene nombre".

Crear empresas y pagar planilla
En cuanto a su experiencia empresarial, Martinelli la considera una ventaja frente a sus rivales políticos y destacó que ninguno de sus adversarios ha creado empleo o pagado planillas. Además, criticó la burocracia gubernamental y la dependencia en la asistencia pública, afirmando que es necesario proporcionar trabajo en lugar de regalos navideños.

El candidato también abordó temas de infraestructura, mencionando planes para interconectar San Miguelito con un sistema de monorrieles y facilitar la inversión en Bocas del Toro.

En cuanto a la situación actual, Martinelli fue contundente al afirmar que "como estamos llevando esto, estamos acabando con el país". Sin embargo, se mostró optimista sobre su capacidad para cambiar la narrativa y dejar un legado positivo.

El crecimiento en la planilla estatal y la burocracia está acabando con los emprendedores y hay una dependencia en la cosa pública, el subsido, el pavito de navidad, el jamoncito. Eso no está bien. A la gente hay que darle trabajo para que tengan billete, chenchen en el bolsillo, pero bastante.