Militarizan hospital por Martinelli
Decenas de policías, algunos con el rostro tapado, llevaron al expresidente en camilla para unos exámanes, mientras este gritaba "¡me quieren matar, estoy secuestrado!"
El exmandatario Ricardo Martinelli –quien antenoche presentó una presión arterial de 230/90 con riesgo de un evento cerebrovascular- ayer era movilizado en camilla por las salas del hospital Santo Tomás por una escuadra de policías incluyendo antimotines.
Los militares empujaban y golpeaban a los periodistas que intentaban alguna frase de Martinelli, que apenas pudo exclamar: "¡me quieren matar, estoy secuestrado!". Algunos presentes en el nosocomio le gritaban a los uniformados: "¡dejen al hombre, coño!"
A los familiares y abogados no se les permitió visitar a Martinelli, hecho que fue denunciado por el abogado Sidney Sittón en una demorada audiencia convocada por el magistrado de garantías Jerónimo Mejía, con el fin de interrogar al médico de El Renacer, Leonardo Labrador. Este explicó en detalle la crisis hipertensiva del expresidente.
Labrador detalló que Martinelli en su primera evaluación –a las 8:45 a.m.- tras llegar a Panamá, registraba una presión de 125/68. Luego a las 10:15 a.m. en El Renacer se le disparó a 200/115, lo que preocupó al galeno, porque además presentaba enrojecimiento del rostro y se le dio un medicamento. A las 11:30 a.m. hubo otra toma de presión con resultado 200/117, se le volvió a medicar, pero se llamaron especialistas porque presentaba ruidos cardiacos.
Los cardiólogos Jairo González, jefe de servicio de cardiología de la CSS, Enrique Méndez y Gloria O'Neill De Gracia, hicieron la revisión y entre una y otro chequeo, la presión era de 200/105, 2005/110 y 220/110. Los cuatro médicos recomendaron –antes de la audiencia- su ingreso al hospital.
El doctor Labrador relató que a las 9:05 p.m. tras regresar de la audiencia se hace una nueva evaluación y Martinelli presentaba una presión arterial de 230/150 y tras medicamentos 200/110 y presentaba mareos y dolores de cabeza, lo que representaba una crisis de emergencia por hipertensión.
Los abogados intentaron alegar que la negativa del exmandatario de tomar en una ocasión un medicamento sugerido por Labrador, fue una acción premeditada de Martinelli, pero el doctor Labrador destacó que la situación del exmandatario lo hacía susceptible de un derrame.
Las advertencias de los especialistas y los cuestionamientos que se dieron por las opiniones del en la audiencia dl lunes del Dr. Gabriel Frago, provocó protestas de otros galenos.
El Dr. Julio Sandoval exclamó dejen que “RMB se defienda, hagan que la justicia prevalezca, actúen en Derecho, condénenlo si es culpable y la Patria se los agradece, pero no rebuznen. Expertos en Derecho cuestionando y encajonando preguntas imposibles de contestar? Ud cree que él se puede morir ahora? Qué es eso Jerónimo Mejía”.
El doctor Xavier Sáez-Llorens explicó que tomando el pulso se puede detectar arritmia y una arritmia severa no controlada, puede causar muerte súbita. "Los odios y venganzas nublan el raciocinio de hasta médicos...las opiniones de abogados, periodistas y tuiteros no médicos carecen de valor en temas estrictamente técnicos...al Dr Frago lo han linchado injustamente, que circo de país tenemos”, añadió.
Martinelli permanece recluido en la Unidad de Cuidados Intensivos del nosocomio y se le colocó en la misma cama que utilizó el exgeneral Manuel Antonio Noriega, cuando estuvo en ese nosocomio.
Ayer más de 10 unidades policiales escoltaron al expresidente Ricardo Martinelli, sólo para pasar de la sala de dónde se encuentra recluido hasta el área de radiología, donde se le realizaron varios exámenes solicitados por los médicos.
Pasado medio día, del hospital salió Marta de Martinelli y Mario Martinelli, molestos porque no se les dio acceso al cuarto de la sala de intensivo, por lo que se retiraron denunciando abuso.
Al pasar el rato dos vehículos de la Unidad de Fuerzas Especiales, llegaron a la sala de urgencias del nosocomio, repletos en uniformados fuertemente armados y dirigiéndose hasta la sala del señor Martinelli.
Una batería de periodistas se apostó a las afueras del hospital al observar a los policías en espera de que sacaran al exmandatario, pero para sorpresa, esas unidades so habían llegado para impedir la cobertura de los medios por el caso que se le sigue al expresidente.
"Me tienen secuestrado"; "me han violado todos mis derechos"; "no me dejan ni mover la mano", era lo que gritaba Ricardo Martinelli cuando era trasladado en la camilla dentro del recinto hospitalario, con casi todos los policías lo rodearon para que no dijera, ni hiciera algún gesto a los medios de comunicación.
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En medio del traslado todos los comunicadores que buscaban el mejor ángulo para fotografiar y filmar a Ricardo Martinelli, los agentes de UFE en compañía del Subdirector de la Policía, Jacinto Gómez, agredieron a varios periodistas propinándole fuertes golpes.
La situación del hospital militarizado fue denunciada ante el magistrado Jerónimo Mejía, quien envió una nota a la dirección del hospital. La institución a su vez aclaró que ellos no habían ordenado ese despliegue de uniformados.
Mejía también se presentó anoche a la sala donde está Martinelli para conocer su estado de salud y para que fuera evaluados por tres galenos del Instituto de Medicina Legal, los cuales deben presentar hoy un informe.
La exprimera dama Marta de Martinelli se cansó de esperar horas para ver a su esposo y se retiró. Solo el abogado Ronier Ortiz pudo hablar con el expresidente y estar presente en la evaluación médica.
Tras la diligencia que duró cerca de una hora, a partir de hoy se autorizará a los abogados para que puedan ingresar sin problemas al hospital y conversar con Martinelli, quien por ahora permanecerá en el Santo Tomás.