Nacional - 28/3/20 - 12:00 AM

Monseñor: tras la crisis del Covid 19, debemos volvernos más solidarios

 

Por: Redacción / Crítica Impreso -

Durante una misa transmitida en cadena nacional, el arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa, expresó que la pandemia de coronavirus está llevando a Panamá y al mundo a un camino de reeducación humana y espiritual de gran importancia, y que toda esta experiencia debe servirnos para ser en adelante más solidarios, más humanos, respetuosos con la naturaleza y la autoridad.

Monseñor Ulloa inició señalando que estamos viviendo uno de los grandes males de la humanidad, que el mundo está sumido en tinieblas, pero que además del esfuerzo y entrega que realizan los científicos - los hombres de fe tienen "el recurso de la oración".

"¿Por qué es importante esta jornada de oración? Porque la oración es la llave que abre nuestro corazón y nuestra alma al Espíritu Santo; es decir, a su acción transformadora en nosotros", expresó.

Examinando el actual panorama del país bajo una pandemia, Ulloa exclamó que mientras unos la ven con temor, otros muestran indiferencia.

" Lo cierto es que esta pandemia nos ha marcado un nuevo ritmo de vida. Un ritmo que demanda de cada uno cambiar actitudes individualistas, consumistas, egocentristas, para responder responsablemente a las indicaciones y las medidas de contención que nos urgen las autoridades de salud. Si no lo asumimos -por amor a la familia, por amor al prójimo- esta rebeldía innecesaria cobrará más víctimas de las que ya se tienen", dijo.

"Nos encontramos en un camino de reeducación humana y espiritual de gran importancia Destellos ante nuevos desafíos, tenemos que pensar en nuevas maneras de reaccionar", comentó.

"Si algo nos ha dejado claro el coronavirus, es que todos los seres humanos somos iguales... Esta pandemia debe cambiarnos positivamente, en ser más humanos, solidarios, respetuosos con la naturaleza, con la autoridad como servicio a los demás, para edificar y elevar nuestro espíritu".

"Juntos tenemos que inventar una forma de vivir nueva, en la que Dios no sea un extraño, sino uno más en el medio de la familia. Tenemos que preocuparnos porque la nueva normalidad que creemos, que será diferente, elimine la indiferencia, la falta de solidaridad, la falta de cuidado y de delicadeza".

Agregó que "No podemos regresar a la normalidad que está contaminada por esas cosas, y no regresaremos jamás, debemos crear una normalidad nueva, llena de preocupación, de servicio, de cuidado entre todos".

También hizo un llamado a ser responsables y quedarnos en casa. "Una vez más un acontecimiento nos coloca en tomar una decisión para el bien de todos. O nos mantenemos en casa para evitar el contagio como medida de contención, porque responsablemente debemos cuidar al otro; o fallamos como país y sufrimos las consecuencias".

"Que la indiferencia de algunos, no perjudique la voluntad de la mayoría. No dejemos en manos de algunos la salud del país, todos debemos ser guardianes de nuestros abuelos, de nuestros hijos, ser protectores de nuestras familias".

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