Nacional - 18/3/21 - 12:00 AM

Nos rebajan calificación, pero mantenemos grado de inversión

 

Por: Redacción / Crítica Impreso -

Moody's rebajó las calificaciones de emisor a largo plazo y deuda senior no garantizada del gobierno de Panamá a Baa2 desde Baa1, y modificó la perspectiva de negativa a estable, pero mantuvo el grado de inversión del país.

El factor clave para la rebaja de la calificación es el deterioro material en la fortaleza fiscal de Panamá impulsado por el severo impacto económico de la pandemia. Si bien la mayoría de los soberanos han experimentado alguna disminución en su fortaleza fiscal, en el caso de Panamá la erosión ha sido inusualmente grande en relación con sus pares de calificación.

Dada la expectativa de Moody's de que las métricas fiscales seguirán siendo más débiles que sus pares de Baa en el futuro previsible, la agencia calificadora ha concluido que el perfil crediticio soberano de Panamá ha sufrido un cambio "a peor" en relación con sus pares y que, comparativamente, una calificación de Baa1 no es más justificado.

La pandemia de coronavirus provocó una severa contracción económica en 2020. El Producto Interno Bruto real cayó un 17.9 % (20.7 % en términos nominales), en comparación con la expectativa de Moody 's de una contracción del 10% en octubre pasado.

La fuerte desaceleración de la actividad económica afectó a los ingresos del gobierno, que cayeron un 21.2 % el año pasado. El déficit fiscal alcanzó el 10.1 % del PIB, frente al 3.1 % del PIB en 2019.

En 2020 la deuda pública de Panamá aumentó en $6,000 millones, esto incluyó el financiamiento del déficit fiscal, así como préstamos adicionales para hacer frente a medidas en respuesta a la pandemia y $1,000 millones para refinanciar. Con un total de $37,000 millones, la deuda pública se situó en el 69.8 % del PIB en 2020, frente al 46.4% en 2019 y por encima de la mediana del 62.1% de Baa.

Moody’s señala que a pesar de enfrentar necesidades de financiamiento más altas de lo normal, el continuo y sólido acceso al mercado de Panamá le ha permitido al gobierno financiarse a tasas favorables, disminuyendo el costo promedio ponderado de la deuda a 4.0% en 2020 desde 4.9% en 2018.

A mediano plazo, Moody’s sostiene que las sólidas perspectivas de crecimiento son un factor clave que respalda el perfil crediticio de Panamá, y esperan que la tendencia de crecimiento supere el 4% después de 2021, arriba de la mayoría de los pares, dado el papel de Panamá como un centro comercial global, su ubicación estratégica y potencial para seguir atrayendo inversión extranjera, especialmente en el sector logístico.

En un contexto de recaudación tributaria relativamente baja en relación con sus pares regionales y de calificación, Moody's espera que las autoridades mantengan altos niveles de inversión pública para respaldar la recuperación económica, mientras se enfrentan a las crecientes presiones fiscales provenientes del aumento del gasto corriente y la posición financiera más débil de la Caja del Seguro Social.

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