Nueva alerta sobre medicamentos con dietilenglicol
El Ministerio de Salud de Panamá (Minsa) informó sobre la alerta emitida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) referente a productos identificados en Indonesia y comunicados por la Autoridad Reguladora Nacional (Badan POM), que contiene cantidades inaceptables de etilenglicol y/o dietilenglicol como contaminantes.
Los productos no se encuentran registrados en Panamá, por lo que el Minsa exhorta a la población adquirir los medicamentos en lugares autorizados y que cuenten con registro sanitario.
Los productos identificados en el comunicado de la OMS están el jarabe Termorex, el jarabe Flurin DMP, el jarabe para la tos Unibebi, las gotas de paracetamol Unibebi Demam, el jarabe de paracetamol Unibebi Demam, las gotas de paracetamol, el jarabe de paracetamol (menta) y el jarabe Vipcol.
La entidad recalca que hasta la fecha, estos productos han sido identificados en Indonesia. Sin embargo, pueden haber sido distribuidos, a través de mercados informales a otros países o regiones.
"Los productos de calidad inferior a los que se hace referencia en esta alerta no son seguros y su uso, especialmente en niños, puede provocar lesiones graves o la muerte. Los efectos tóxicos pueden incluir dolor abdominal, vómitos, diarrea, incapacidad para orinar, dolor de cabeza, alteración del estado mental y lesión renal aguda que puede provocar la muerte", resalta el Minsa.
En el 2006, Panamá sufrió envenenamiento masivo por la distribución de un jarabe para la tos que resultó tóxico al contener dietilenglicol y que fue preparado por laboratorios de la Caja de Seguro Social (CSS), con el citado refrigerante industrial.
Se reportaron 400 muertos y miles de afectados. El laboratorio pensó que se trataba de glicerina, el ingrediente adecuado,para preparar el jarabe.
El compuesto había sido fabricado en 2003 por la empresa china Taixing Glycerine Factory, una compañía sin licencia para producir ni vender ingredientes farmacéuticos. Un lote del producto pasó de manos de Taixing Glycerine a otra empresa china, dependiente del estado, y dedicada a la exportación de productos farmacéuticos, Fortune Way, que lo vendió a una compañía española, Rafer International.
Antes de salir de China, el producto ya llevaba una etiqueta asegurando que se trataba de glicerina en un 95.5%, aunque aún no está claro en qué fase del proceso se produjo la falsificación.
De España, la supuesta glicerina fue exportada en 2003 a la empresa panameña Medicom que, a su vez, y después de dos años, vendió el lote al servicio de salud panameño, donde finalmente se produjo el desastre.