Nuevo presidente, nueva esperanza
El nuevo presidente se educó en el Colegio San Vicente de Paul, en la ciudad de David, donde nació, pero creció en la ciudad de La Concepción, distrito de Bugaba hasta los 18 años de edad.
Panamá cambia de gobierno el 1 de julio. El exministro de Relaciones Exteriores, de Gobierno y Justicia y de Seguridad Pública, José Raúl Mulino Quintero, asume la Presidencia de la República con un pueblo repleto de esperanzas por mejores días y ante una serie de promesas de campañas que deberá llevar a la realidad, con ese espíritu de gran luchador que posee, propio del occidente chiricano.
El presidente electo, de 65 años de edad, ganó con el 34% de los votos, como resultado de una recia campaña de 90 días que lo llevó a más de 300 comunidades en el territorio nacional. Es el segundo candidato que gana con más votos, solo superado por Ricardo Martinelli.
El tren David-Panamá, un nuevo Instituto Oncológico Nacional, apoyo a la producción nacional, lucha frontal contra la corrupción, más seguridad en las calles y control de la migración irregular en la frontera Panamá – Colombia, son metas a las que tendrá que hacer frente.
Exdirigente de la Cruzada Civilista en los años 80 y vicecanciller y canciller en el gobierno del presidente Guillermo Endara, en una época difícil donde se buscaba afianzar la democracia luego de la invasión a Panamá en 1989, son cartas de presentación del nuevo presidente Mulino Quintero.
Su experiencia al frente de tres ministerios, presidente de dos partidos políticos, abogado, hombre de gran temple, de tomar decisiones a tiempo y excelentes relaciones internacionales, le dan un voto de confianza al nuevo mandatario, para cambiar la realidad de este país el próximo quinquenio.
A eso hay que agregar su paso por organizaciones empresariales como presidente y su experiencia notable al frente de oficinas de abogados. Hoy día con dos de sus cuatro hijos.
El nuevo presidente se educó en el Colegio San Vicente de Paul, en la ciudad de David, donde nació, pero creció en la ciudad de La Concepción, distrito de Bugaba hasta los 18 años de edad. Hijo de don José Raúl Mulino Rovira (gobernador y alcalde chiricano) y de doña Nelly Quintero de Mulino, empresaria destacada. Su esposa es Maricel Cohen, tiene cuatro hijos, cuatro nietos y un hermano.
Don José Raúl Mulino Rovira (gobernador y alcalde chiricano)
Entre sus ofertas de campaña, el tren David-Panamá, es una de las principales. Ha dicho que “Será un legado de mi administración”, como otros proyectos que tiene como construir un nuevo Oncológico, impulsar el sector agropecuario, abaratar la canasta básica, darle una nueva cara al deporte, ordenar la economía nacional con la inmensa deuda que ha encontrado, luchar contra la corrupción y dar al país seguridad en las calles y fronteras.
El teleférico de San Miguelito, plan del primer empleo, Ciudad Universitaria, concluir el Hospital de La Concepción, un estadio, gimnasio, centros deportivos luego de inventarios físicos y un hospital para mascotas, son otros de sus proyectos.
El tema de la Caja del Seguro Social, que incluye abastecimiento de medicinas y atenciones médicas, también es parte de su agenda.
Para mejorar la seguridad ha nombrado un equipo de lujo, liderado por el comandante Frank Ábrego, ministro de Seguridad Pública; el comisionado Luis De Gracia, director del Servicio Nacional Aeronaval, el comisionado Jorge Gobea, director del Servicio Nacional de Fronteras y como lo prometió, un civil estará al frente de la Policía Nacional, el ingeniero Jorge Fernández y en el Servicio de Protección Institucional, el comisionado Jaime Trujillo.
Esperamos que “la Policía se estabilice de manera coherente con un civil al frente”, ha dicho el presidente Mulino Quintero. Cuando fue ministro de Seguridad Pública, el hoy nominado ministro de Comercio e Industrias, Julio Moltó, tuvo un año al frente de la Policía Nacional.
Su equipo de finanzas, liderado por Felipe Chapman, es de lo mejor. Le espera un gran trabajo.
El presidente Mulino ha tenido gran cuidado en elegir a su equipo ministerial y de otras entidades. Les queda a los nominados, responder a la confianza del nuevo Mandatario.
En Salud, Presidencia, equipo de asesores, en el agro, Ministerio de Obras Públicas y Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot), son nominaciones que suenan bien entre el pueblo, los que andan a pie y en transporte público.
Durante el gobierno de Ricardo Martinelli, fue uno de los gestores en dividir el Ministerio de Gobierno y Justicia, en ese entonces, en dos ministerios. De esta iniciativa nace el Ministerio de Seguridad Pública y pasa a ser el primer ministro de esta entidad. Un arduo trabajo que tuvo resultados positivos. Cuando dejó el ministerio editó el libro (escrito por Julio Bermúdez): “Trabajo de un quinquenio”, sobre su actuación durante cinco años de gestión ministerial. Ahí está todo.
Su actuación junto al comandante Frank Ábrego en la frontera de Darién al recuperar una parte del territorio que estaba en poder de las guerrillas, fue un acto valiente que recorrió América y mereció destacados titulares. Ese día se plantó la bandera nacional como símbolo triunfal del gobierno panameño.
Ahora el nuevo presidente ha expresado su interés en acabar de una forma ordenada, la migración irregular por Darién, con apoyo de Estados Unidos, Colombia y otras naciones. Disposición que reiteró en una entrevista al periodista Andrés Oppenheimer.
Esta es la tercera transición que realiza, la más importante de su vida. En 1994 le entregó la Cancillería al ilustre Gabriel Lewis Galindo y en 2014, al designado ministro de Seguridad Pública, Rodolfo Aguilera.
Una vez escribimos que el Presidente de Panamá ríe cuando tiene que reír. Es serio y cauteloso en sus declaraciones. Orador de primer orden y autor de sus propios escritos. No le echan cuentos en eso. Amigo de amigos y un hombre de vida familiar.
Esta vez, una gran ocasión única, leerá un mensaje a la Nación, muy esperado. Así lo anunció. No ha practicado, simplemente estará de pie con su banda presidencial y dará un sesudo mensaje a Panamá. Ese es el nuevo Presidente.
Durante la campaña política de 90 días recorrió el país. Llevó su mensaje de mejores días y no dejó de mencionar a su gran amigo, el expresidente de la República, Ricardo Martinelli. También enfatizó en cómo encuentra las finanzas: en rojo. Un arduo trabajo espera para sacar a flote a Panamá.