Obispos piden al Gobierno no tomar decisiones por intereses partidistas
Los obispos también reiteraron que no renunciarán a defender el matrimonio y la familia ante una opinión consultiva emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que favorece las uniones entre parejas homosexuales.
La Conferencia Episcopal Panameña (CEP) urgió a los gobernantes en Panamá y a quienes ejercen autoridad a que escuchen al pueblo y “no tomen decisiones basadas en intereses personales y político partidistas”.
El llamado surge tras una asamblea que la CEP celebró esta semana en medio de la crisis que ha generado en el Ejecutivo, la Asamblea Nacional y la Corte Suprema de Justicia la insistencia del mandatario Juan Carlos Varela en la designación de dos magistradas sin la consulta ciudadana.
Los obispos también reiteraron que no renunciarán a defender el matrimonio y la familia ante una opinión consultiva emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que favorece las uniones entre parejas homosexuales.
“Un sector minoritario pretende imponernos a una gran mayoría las uniones de personas del mismo sexo, escudados en seudoderechos impulsados por organismos internacionales promotores de la ideología de género, colocándose por encima de la soberanía de los Estados”, detalló la Conferencia Episcopal.
El documento sostiene que “se está desconociendo la Constitución Nacional y tergiversando nuestras convicciones sobre el matrimonio y la familia, que se extraen del derecho natural, iluminado por la palabra de Dios”.
La Corte IDH emitió el 9 de enero una opinión a solicitud de Costa Rica sobre los derechos de la comunidad LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales) en la que los jueces determinaron que los Estados deben “reconocer y garantizar todos los derechos que se deriven de un vínculo familiar entre personas del mismo sexo”.
El Gobierno panameño se mostró a favor de acoger la opinión con el propósito hacer análisis y tomar las decisiones que correspondan según las normas constitucionales, de derecho internacional y los tratados suscritos.
Pretender acallar la voz de la Iglesia católica es absurdo porque tiene el derecho y el deber, como el resto de la sociedad, de hacerla sentir cuando ve amenazadas células fundamentales de la sociedad, como son el matrimonio y la familia, resaltaron los obispos.