Nacional - 05/11/18 - 12:00 AM

¿Pasar la página?

 

Por: José Raúl Mulino Q. Exministro de Seguridad Pública -

He seguido los mensajes en redes alusivos a los días patrios de múltiples actores. Independientemente de los muchos que he visto, me sorprendieron los de Varela, Blandón y de Cortizo. Sin duda, todos manifestaron en contrapunto su visión del momento. Varela, desde la ilusión de lo que él cree que ha sido su mandato y legado al presidir las últimas fiestas patrias desde el balcón de Palacio. Blandón ignorando las inundaciones de la ciudad y achacando la corriente real de agua a los ataques de sus adversarios para opacar su gestión alcaldicia. Cortizo haciendo alusión a que falta poco para dejar atrás los 10 años de atraco que en función de gobierno han representado las administraciones de Martinelli y Varela. Sin duda, todas dan y tienen mucha tela para cortar, enmarcadas todas en una visión restringida de lo que espera el país hacia el futuro. Obviamente, Varela es ya pasado e irrelevante. ¡Se marcha, aunque no se olvida!

Los mensajes generaron respuestas. Las opiniones sobre los de Varela generaron muchas reacciones de odio y venganza desde varios ángulos, sobresaliendo la relación que de su mandato hacen sobre la actual y difícil situación económica por la que atraviesa el país y que solo él ignora, volviendo a hacer alusión a los aviones nuevos de Copa y al clima de paz y de confianza que genera su gobierno atrayendo inversión extranjera (¿?) y lo que le regalará a Colón el 5 mientras asiste al desfile. ¿Iluso? Nunca. Calculador e hipócrita, siempre. Blandón, por su parte, recibió críticas muy ácidas respecto de las inundaciones en vía Argentina y en otros sectores, ubicándolo como incapaz de manejar un país si no pudo con una calle. De alguna manera, no lo vinculan al desastre Varela, al haber creado él su propio problema.

Cortizo recibió críticas muy duras al hablar de los "10 últimos años de desmanes y atracos". Los comentarios giraban hacia cuestionar que nunca estuvo o nunca fue, como miembro del partido, parte de la "gobernabilidad" y de lo que en función de la misma gozó el PRD hasta hace un año. La exigencia de cuentas a sus diputados, sobre todo a Robinson, por lo de Pandeportes, fueron aparte de mordaces, ampliamente exigidas, recordándole su cercana vinculación a sus diputados y al silencio en estos últimos casos. Fueron más, pero destaco estos por creerlos los más relevantes.

No comento sobre Roux porque no estuvo.

Leyendo todo esto, me hago la pregunta: ¿estamos como país dispuestos a pasar la página? Por lo que percibo, no. Y aunque piensen que creo en venganza y revanchismo por lo que me hizo Varela, bien dije en campaña que aspiraba a gobernar viendo el futuro. Veo muy difícil dejar todo atrás. Mucho daño causado sin razón so pretexto de justicia, mucho atropello, mucho daño colateral no necesariamente político. Leyendo un artículo sobre el CEO Estratega, que me envió un amigo, rescato un pensamiento de Unamuno plasmado allí: "tienes que ser padre de tu futuro, no hijo de tu pasado".

No concibo un quinquenio exitoso medianamente sin un mínimo de acuerdos, que no significa acomodo ni repartición de botín, a mi juicio. Lo que se conoce de los problemas hoy será nada cuando se sepa la amarga y dura realidad. Prometer maravillas se puede convertir el 1 de julio en frustración cuando se tenga que establecer la administración de un gran plan de austeridad para cerrar los huecos múltiples heredados de tanto, por lo menos el primer año. Además, como insisto cada vez que puedo, es la Reforma del Estado el plato fuerte que todos rehúyen para mantener el “statu quo” que creen seguirá beneficiando a los sempiternos beneficiarios. Siento que lo que tenemos no da para más.

Pasar la página debe ser en función de gobierno para no ser "hijos del pasado". Sin embargo, la rendición de cuentas sin selectividad deberá avanzar en paralelo y sin esquemas de igual índole para seguir persiguiendo al que quiero y no al que debo.

¡Mientras, el reloj sigue su marcha y cada día que pasa es uno menos de todos ellos allá!

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