Poder policial vs. falsos positivos
Se inicia el 2019 con una demostración del poder policial en el país. Lo sucedido en la Asamblea Nacional con la toma por parte de las tropas del SPI que responden directamente al presidente y la excesiva presencia policial en las vías de acceso es una gran demostración de fuerza para proteger al presidente. Con esta acción crean la imagen al país de una grave situación de riesgo de seguridad, pero es un vulgar “falso positivo”.
Eso es algo inventado, desde hace muchos años, cuando los policías reciclados posinvasión debían ganarse la confianza de los presidentes e inventaban conspiraciones y atentados. Nos enteramos de que se están organizando 5 puestos remotos del Senafront con apoyo de helicópteros Chinook del Comando Sur de los EE.UU., en la frontera con Colombia, sin conocimiento del país, como si estuviéramos en una guerra. ¡Otro falso positivo!
Señor ministro de Seguridad, explique al país las razones y motivos de la creación de estos puestos remotos en la frontera, cuando no pueden controlar la delincuencia común en Colón.
Varela dijo que fue el Consejo de Seguridad el que organizó la seguridad en la Asamblea. La Fuerza Pública (FFPP) es una fuerza política de influencia y la cabeza principal es el actual director del Consejo de Seguridad. Es el más antiguo del escalafón e impone líneas políticas al Gobierno y a la FFPP.
Se erigió en un líder, pero en las sombras. Conoció los métodos de las Fuerzas de Defensa (FFDD), porque fueron oficiales activos, al igual que el actual viceministro de Seguridad, jubilado recientemente de director de la Policía Nacional y están aplicando los mismos métodos, haciendo del Consejo un poder indispensable como el G-2.
Se tiene interés de controlar al nuevo gobierno y negociarán su cuota de poder. Este método ha sido usado en otras ocasiones y en otras administraciones. Aplican este método para ofertarlo al próximo gobierno. Como los garantes de la seguridad y estabilidad.
Hechos relacionados:
Método posinvasión, recordar hechos del pasado en los que hay múltiples casos de “falsos positivos” de atentados a presidentes.
El 7 de febrero de 1992 planearon asesinar al expresidente Guillermo Endara. El propio mandatario anunció la desarticulación de un complot contra su vida con el burdo nombre clave de "Matar al Gordito". También en un acto en Boquete, en abril de 1993, un cabo murió al explotarle una bomba cuando iba a colocarla cerca del escenario donde al día siguiente iba a intervenir Endara en una convención de su partido.
Atentado al expresidente Pérez Balladares en enero de 1995. Se crea un fantasma en la mente de los policías para elevar su importancia. Según un ministro de la época, el fondo de los atentados éramos los militares. ”Los organismos de seguridad de Panamá desmantelaron un complot de policías, “exmilitares de las desaparecidas Fuerzas de Defensa y civiles que pretendían asesinar al presidente Ernesto Pérez Balladares, y a sus más cercanos colaboradores, denunció ayer el ministro de Gobierno y Justicia de Panamá, Raúl Montenegro”.
Según Montenegro, el complot iba en contra de la política de seguridad del presidente que consistía en mantener el poder civil sobre la Policía Nacional e impedir el ingreso de exmilitares de las extintas Fuerzas de Defensa a ese organismo.
Asumen que la actual política de seguridad del Gobierno es unipersonal, es decir, dependiente exclusivamente del presidente de la República, por lo que su decisión es asesinarlo y asumir el control de los principales cuarteles de la Policía y propiciar una junta cívico militar, dijo“ REF: . Periódico El Tiempo. Bogotá. AP-AFP-Efe . 12 de enero 1995.
En la época democrática posinvasión, los policías reciclados han utilizado el método de mantener asustados a los civiles con la espada de Damocles “que son capaces de dar un golpe de Estado. Esa es una premisa falsa y demagógica. Ese método se ha visto más asentado con el gobierno de Varela, cuando han recibido los mayores beneficios económicos conformándose en una élite. Los policías son los funcionarios mejor pagados del Estado.
Han trascurrido 6 presidentes y casi 30 años de la caída y destrucción del poder militar. Hoy los policías reciclados ejercen todo el poder, están presentes en múltiples oficinas civiles, disfrutan de excelentes sueldos y beneficios personales constituyendo una casta élite de la sociedad panameña. Pero están a mil años luz del pueblo panameño.