¡Por botín de $45 millones mataron al presidente!
Los nuevos informes sobre el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse revelan que en la casa del mandatario habían tulas y cajas con $45 millones en efectivo. Al comando colombiano acusado de asesinarlo le corresponderían $18 millones.
La versión le difundió el diario "El Tiempo" en base a un documento de 120 páginas preparado por la Policía de Haití.
Joseph Felix Badio, prófugo de la justicia, sería el hombre que se encargó de la logística del ataque esa noche –entrega de armas, chalecos antibalas, vehículos e información entre ella que en el cuarto del presidente se encontraban dos maletas negras y dos cajas con $45 millones , “de los cuales $18 millones serían el pago que recibirían por ejecutar la acción”, se subraya en el documento.
En la operación para matar a Jovenel Moïse, se habrían invertido 865,376 dólares por las empresas CTU Security y Worldwide Capital, con sede en Estados Unidos.
El dinero se recuperaría el día de la ejecución de la operación –7 de julio–, cuando el comando encargado de la operación sacara de la habitación de Moïse los $45 millones. Ambas empresas fueron las encargadas de reclutar al grupo de militares colombianos para supuestamente prestar seguridad a un grupo de dignatarios en Haití.
El informe preliminar que maneja la Policía de Haití sobre el magnicidio de Moïse es el resultado del trabajo investigativo liderado por Interpol, que desde Colombia ha intercambiado 721 mensajes con entidades nacionales y agencias policiales de Haití, Panamá, Ecuador, República Dominicana y Estados Unidos.
En ese intercambio de información se han procesado 17,320 datos, verificado 3,221 números telefónicos, 932 imágenes, 77 horas de video y 123 horas de audio.
A esto se suma que se han realizado 36 entrevistas y 71 movimientos migratorios que han permitido lanzar una serie de hipótesis sobre lo que las autoridades de Haití califican como un golpe de Estado fallido.Dentro de los cabos sueltos está la incineración de tres de las seis camionetas usadas en el ataque la madrugada del 7 de julio, supuestamente a manos de la turba enfurecida.
En las camionetas se perdieron evidencia trascendental, como el video del circuito cerrado que fue desactivado y extraído por uno de los comandos y supuestamente millones de dólares que los comandos que ejecutaron la acción habrían sacado del lugar”.
Una de las hipótesis que lanzaron las autoridades dentro del proceso investigativo es si el grupo de colombianos sabía que el objetivo era matar al presidente Jovenel Moïse.
Las autoridades de Haití establecieron que para el 20 de junio se había planeado supuestamente capturar al presidente en el aeropuerto de Puerto Príncipe.Sin embargo, un cambio de última hora en su agenda de viaje frustró esa operación y la postergó para el 7 de julio, cuando finalmente se registró el magnicidio.
De acuerdo con los testimonios recaudados, “se puede señalar que los indiciados presuntamente sabían que iban a matar al presidente”, se lee en el documento y refieren que un día antes del ataque –6 de julio– “el capitán colombiano Germán Alejandro Rivera García le informó al grupo que la nueva orden era asesinar a todas las personas que se encontraran en la casa”.
Rivera ya antes había exportando comandos a los Emiratos Árabes. Es Lancero, paracaidista y fuerzas especiales.
En Haití, Rivera había sido designado como el jefe de la operación por James Solages, gerente de CTU Security, quien le subió al rango de coronel y le dio como seudónimo de operación el nombre de 'Mike'. De hecho, en la investigación los documentos se refieren a las órdenes impartidas por el coronel Mike.
El coronel Mike también le informó al grupo de comandos que por disposición de los “jefes” se había decidido que tras la muerte de Moïse ya no sería Christian Emmanuel Sanon (capturado) el presidente, ni John Joel Joseph (prófugo), conocido como 'J3', el vicepresidente, porque la dirección del país la asumiría la exjueza Wendelle Coq Thélot, a quien denominan ‘Diamante’.
Señalan en el documento que el grupo de comandos colombianos se negaron enfáticamente y expresaron su inconformidad al puntualizar que habían viajado a “Haití a cuidar personalidades de la vida nacional y no a matar a nadie”.
Sin embargo, la oferta de los $18 millones habría convencido al grupo de militares para ejecutar la toma de la casa de Moïse, pero sobre la advertencia de que “solo le darían muerte al presidente, a nadie más”.
El 7 de julio, los colombianos se dividieron en 4 grupos que viajaban en seis camionetas y en cada camioneta iban acompañados de tres o cuatro policías haitianos, en la principal irían el sargento Duberney Capador y Badio.
El grupo, denominado Delta y compuesto por seis hombres, entre ellos Mauricio Javier Romero Medina (muerto) y Duberney Capador Giraldo (muerto), fue designado para llegar a la habitación del presidente. “Ellos tendrían la misión de asesinar al presidente y buscar los dólares”, se lee en el documento.
Los investigadores de Haití establecieron que en el primer piso quedó el resto de comandos al mando del coronel Mike (el capitán Rivera), quien se comunicaba constantemente con Capador por radioteléfono. “Por eso la esposa del presidente Moïse en su testimonio dijo que quienes hablaban lo hacían en español”, resalta el documento.
En el documento se confirma que uno de los comandos que estuvieron en el segundo piso le tomó la foto muerto al presidente y que no lo torturaron ni se habría realizado algún tipo de ritual con su cuerpo.