Puerto de cruceros convertido en taller para buques
El puerto de cruceros de Amador, donde el Gobierno invirtió más de $200 millones, sigue convertido en un taller para barcos tanqueros, una actividad muy distinta a lo que se buscaba dentro del turismo.
Cada vez más son los barcos que atracan en el muelle de este puerto de cruceros buscando reparaciones de casco y máquina, comprometiendo la actividad de los buques de cruceros, según denuncian empresarios y diputados.
Sin embargo, el administrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Noriel Araúz, defiende el uso del puerto como crucero como un astillero o taller de barcos, con todas las condiciones de contaminación que ello representa.
Araúz fue cuestionado por este problema cuando fue citado en marzo al pleno de la Asamblea por su gestión al frente de la AMP.
Araúz tuvo que aceptar que en el puerto de cruceros de Amador se está permitiendo el atraco de barcos tanqueros. Trató de justificar este problema como una forma de aprovechar la estructura, señalando que la misma está en fase final de construcción. Esto tras señalarse de la mala atención en los puertos de crucero.
También dijo ante la Asamblea que esta terminal de cruceros fue puesta en uso sin haberse concluido al 100%, porque las líneas de cruceros aceptaron trabajar así.
Ayer se hizo público una serie de videos nuevos en donde se ejecutaban trabajos de reparación a barcos tanqueros que seguían atracados en el puerto de cruceros de Amador. Esto se produce poniendo en segundo lugar a la actividad de cruceros.
Las líneas de cruceros también han denunciado y rechazado el negociado exclusivo para el despacho de bunker en esta terminal para cruceros, cuando cada línea tiene su proveedor predeterminado para garantizar el despacho de un combustible de condiciones óptimas.
En esta denuncia salió a relucir la empresa MONJASA y su conexión con Pablo Torres, un amigo personal del administrador de la AMP.
Incluso Torres y su empresa Stward inc. ya han sido señalados en otros contratos que ha aprobado Araúz en medio de su cuestionada relación. Entre estos negocios está el alquiler de lanchas para las inspecciones de barcos en Panamá, el cual es pagado con recursos de la cuenta bancaria que tiene la AMP en Estados Unidos a través de su oficina llamada SEGUMAR.