Ramiro Guerra: caso contra RM sería triturado en Corte Internacional
"No defiendo al condenado, pero sí al debido proceso. Es una institución de la esencia, para todo tipo de juzgamiento. Reitero, el que comete un delito, que sea castigado, pero no mediante un proceso que deja más dudas que certeza", dijo Guerra.
El abogado Ramiro Guerra M. dijo que en el caso New Business contra el candidato presidencial Ricardo Martinelli ha observado algunas acciones y decisiones de la Corte Suprema de Justicia, que dejan dudas, sobre si en efecto el proceso se condujo de la mejor forma.
Guerra citó como ejemplo, un testigo protegido, que declaró contra Martinelli, pero que la juez, no permitió que fuera objeto de interrogatorio por parte de la defensa.
De igual forma le llamó la atención, que el tribunal de alzada, haya resuelto la apelación de la sentencia de primera instancia en un tiempo tan rápido, contando ese expediente con miles de fojas. Tres magistrados actuaron rápidamente.
Ramiro Guerra observó además que ha observado, como el poder mediático ha mantenido una campaña feroz contra Ricardo Martinelli, para sacarlo de la contienda a la presidencia del país.
"Existe mucha manipulación política en torno a este affaire Martinelli y observo que muchos de los paladines contra la corrupción, no resisten una investigación sobre el origen de sus fortunas", sostuvo el jurista.
Además dijo que ha leído argumentos que son peligrosos, como el de un profesional del Derecho, que escribió: debido proceso ¿de qué?, el sujeto debe estar preso.¡ Dios nos libre si ese abogado llega a ser juez!
En días pasados, escribí: el día que desaparezca la institución del debido proceso, cerremos los tribunales. Entonces que reine la justicia del ojo por ojo y diente por diente.
Seguramente, algunos me imprecaran de que estoy con el ex presidente. ¡No! Defiendo la institución del Debido Proceso y rechazo toda intromisión de la política, en las decisiones judiciales, comentó el abogado.
Ramiro sostiene que muchos factores de poder, presionaron para una sentencia condenatoria: la embajadora gringa, los clanes de la oligarquía y el poder político. No es poca cosa; es el establisment en pleno.
A pesar de las falencias de la justicia penal, me preocupa que el Estado, en un juicio en la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, esa sentencia sea triturada por los errores y omisiones relativa al debido proceso y el Estado panameño condenado a pagar sumas millonarias.
No defiendo al condenado, pero sí al debido proceso. Es una institución de la esencia, para todo tipo de juzgamiento. Reitero, el que comete un delito, que sea castigado, pero no mediante un proceso que deja más dudas que certeza.
También observó que ante la fragilidad de los argumentos jurídicos de los adversarios de Martinelli, ahora apuntan su batería de guerra contra el gobierno de Nicaragua, y pierden de vista que la institución del asilo político existe en múltiples convenios internacionales de las cuales Panamá es signatario.
En derecho esos convenios le dan la facultad al estado nicaragüense de calificar si efectivamente el asilo tiene ribete político. Esto sencillamente está plasmando en los convenios internacionales citados.Lo que no acepto es que se trate de contrabandear a través de supuesto argumentos jurídicos, posiciones claramente de naturaleza politiquera.