Nacional - 16/8/20 - 05:30 PM
Regresan a Nicaragua 222 que permanecían varados en Panamá
La situación de los nicaragüenses en Panamá desató una crisis migratoria que también involucró a Nicaragua y Costa Rica, y que se resolvió tras un acuerdo entre los tres países.
Un grupo de 222 nicaragüenses que permanecían en Panamá regresaron a Nicaragua, tras perder sus medios de vida y quedar varados, como consecuencia de la pandemia de COVID-19, informó este domingo el Gobierno.
Los nicaragüenses llegaron a Nicaragua la noche del sábado, luego de atravesar Costa Rica en un viaje por tierra, hasta que alcanzaron el puesto fronterizo de Peñas Blancas, en la frontera sur, indicó el Ministerio de Gobernación, en una nota de prensa.
“Regresaron a la patria, de manera ordenada y segura, con procedencia de Panamá, 222 hermanos nicaragüenses, hoy retornarán a sus familias y hogares”, detallaron las autoridades de la Dirección General de Migración y Extranjería.
Según las autoridades de Nicaragua, cada una de las 110 mujeres y 112 varones que llegaron de Panamá portaban los resultados de la prueba de COVID-19 negativos, y antes de ingresar, se les “realizó una revisión rigurosa para descartar fiebre o síntomas respiratorios” relacionados con la pandemia.
El Ministerio de Salud señaló que los viajeros permanecerán en una cuarentena de 14 días, que deberán cumplir en sus viviendas.
Este es el primer grupo de nicaragüenses varados en Panamá que llega sin que antes se supiera de ellos en Nicaragua, cuyo Gobierno ha establecido que únicamente podrán entrar al país los nacionales que muestren una prueba de COVID-19 negativa y asuman los gastos de su repatriación y de traslado hacia sus viviendas.
EXPERIENCIA REPETIDA
Entre la segunda semana de julio e inicios de agosto habían ingresado a Nicaragua más de un millar de nicaragüense que también quedaron varados en Panamá, donde habían ido a trabajar debido a las condiciones que se viven en su país de origen.
La situación de los nicaragüenses en Panamá desató una crisis migratoria que también involucró a Nicaragua y Costa Rica, y que se resolvió tras un acuerdo entre los tres países.
Más de 1.500 nicaragüenses vivieron situaciones similares antes de volver a su país en julio pasado, debido a que el Gobierno de Nicaragua solamente garantiza las pruebas de COVID-19, que ha recibido en donación, a personas que viajan al exterior, a un costo de 150 dólares.
En julio pasado sobre de 500 nicaragüenses varados en Costa Rica y Guatemala vivieron más de una semana a la intemperie en zonas fronterizas de Centroamérica, a la espera de donantes de alimentos y de pruebas de COVID-19, antes de ingresar a Nicaragua.
Organizaciones no gubernamentales y movimientos opositores estiman que más de 500 nicaragüenses continúan varados en países vecinos e islas del Caribe, viviendo de acciones de caridad.
El manejo de la pandemia en Nicaragua ha despertado muestras de preocupación de la ONU, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de los Estados Americanos (OEA).