Reporte de obispos omite informe de la JMJ y el "desastre" de Varela
La Conferencia Episcopal Panameña (CEP) rindió ayer un reporte sobre las conclusiones de su asamblea, pero sin una fecha definida para rendir el informe financiero de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), y evitaron comentar el "desastre" que según el mandatario Laurentino Cortizo, heredó de su antecesor Juan Carlos Varela.
Los obispos lamentaron que el tema de la violencia no haya sido “combatida de manera oportuna y profesional, ya sea por omisión, indiferencia o la colaboración de instancias públicas y de la sociedad, por lo fruto de todo esto son las bandas criminales, la situación en las cárceles y el aumento de los robos y homicidios en el país”.
Instaron a las autoridades que frente a estos hechos, no pueden quedarse en solo buscar responsables en el pasado y tampoco pueden evadir la responsabilidad en el presente, y le recordaron que la lucha contra la delincuencia, no debe ni puede reducirse sólo a operaciones represivas y punitivas, sino que debe ir siempre acompañada de un análisis serio de los motivos subyacentes que la originan”.
En cuanto al informe de la JMJ, los obispos destacan que aún se están recogiendo detalles y pronto se dará públicamente un informe de todo, los frutos y el seguimiento del evento.
La Arquidiócesis había anunciado el 27 de diciembre que antes de cumpliar el primer aniversario de haberse celebrado la JMJ, presentarían el informe de gestión pastoral y económica.
Para el aniversario de la JMJ se realizará el evento “Celebremos Panamá 2020”, en el Mirador del Pacífico de la Cinta Costera los días 31 de enero y 1 y 2 de febrero de 2020. También anunciaron el Encuentro Nacional de Renovación Juvenil, del 23 al 26 de enero en Chitré.
Los obispos indicaron que el debate por las reforma constitucional ofrece a todos los panameños la oportunidad de fortalecer la identidad y la unidad nacional, pero dijeron que una nueva o reformada Carta Magna no es la solución a los problemas de la sociedad, “debe ir acompañada de un cambio en los valores y actitudes de los ciudadanos”.
También reafirmaron su preocupación por la violencia en el ámbito del hogar que se ensaña contra la mujer y los niños.
Indicaron que sienten la urgencia de proponer un exhaustivo diagnóstico de la realidad social, ya que a pesar del crecimiento económico que ha favorecido a un pequeño grupo, se sigue excluyendo a un gran segmento del pueblo panameño, “aún hoy las comunidades siguen clamando para que haya justicia social y distribución más equitativa de los bienes”.