Rubio, el 'yes man' de Varela
Lo que era un secreto a voces ha sido desnudado por los Varelaleaks, con la filtración de escandalosas comunicaciones de mensajería instantánea entre el exministro de Gobierno, Carlos Rubio, y el expresidente Juan Carlos Varela, las cuales confirman que ellos dos manejaban de manera directa el encierro al que fue sometido el exmandatario Ricardo Martinelli, en el penal de El Renacer.
Las conversaciones entre el entonces presidente y ministro demuestran que Varela fue el autor intelectual de este encierro ilegal y con prácticas ya comprobadas de tratos abusivos.
En el plan ejecutado de manera sistemática, Carlos Rubio era el lacayo principal que Varela manipuló a su gusto para ejecutar cada acción.
El portal Varelaleaks.com revela también que, a partir de Rubio, operaba una línea de sumisión con otros funcionarios que se prestaron para someter a Martinelli, violar sus derechos y garantías procesales, y hasta poner en juego su salud y su vida.
En las conversaciones filtradas, Varela dio a Rubio órdenes directas que eran ejecutadas por funcionarios como Armando Medina, director del Sistema Penitenciario; Abel Price, jefe de inspectoría del Sistema Penitenciario; el comisionado Jacinto “Chinto” Gómez y, por Rolando “Picuiro” López, jefe del Consejo de Seguridad.
Todos accionaban con la intención de hacer lo menos llevadero el encierro del exmandatario mientras estuvo privado de libertad por el caso pinchazos ilegales, acusación que luego fue desestimada por un Tribunal de Juicio.
La fuente de información directa de Varela era Carlos Rubio, quien lo mantenía al tanto de todo lo que ocurría con Martinelli en El Renacer, así como de sus interacciones con los abogados, las personas que lo visitaban y hasta de los detalles de los informes de su salud que se emitían.
Es decir, a la distancia Varela controlaba todo y su ministro Rubio era el principal informante y ejecutor de su voluntad.
Y eso se confirma cuando Varela ordenaba determinada acción y Rubio le respondía con frases reiterativas como: “Sí, jefe”; “listo, procedo”; “así se hará”.
Llama la atención que cuando Varela sentía que otras personas (diferentes al ministro Carlos Rubio) tomaban decisiones sobre Martinelli se molestaba, y de inmediato le reclamaba a su ministro lacayo.
Según los Varelaleaks, uno de estos episodios ocurrió el 30 de junio de 2018, cuando Varela se incomoda al enterarse de que “Medina” (jefe del Sistema Penitenciario) le está dando órdenes a “Price” (jefe de inspectoría).
Le ordena al ministro que intervenga para que se suspenda esta interacción, al tiempo que le recuerda a Rubio que todo lo relacionado con Martinelli debe ser coordinado solo entre ellos dos.
Ese mismo día, Varela le dice que no pueden darse el lujo de que esto se convierta en un “circo” y hasta le comparte su temor de que todo se salga de control.
Rubio se pone en acción y más adelante calma al presidente Varela con este chat: “Estamos en sintonía”, a lo que el mandatario le responde con una palabra de aprobación.
Rubio era tan meticuloso, que cada vez que Martinelli era trasladado para audiencia legal, informaba al instante a Varela y de igual forma le comunicaba cuando ya estaba de vuelta al penal.
Por ejemplo, el 4 de julio de 2018, le chatea al presidente: “Saliendo en este momento RM hacia la CSJ”. Y más adelante completa su rol de informante con este mensaje: “Ya RM en El Renacer”.
Pero no todo era tranquilidad para el entonces ministro de Gobierno.
Debido a las constantes violaciones al derecho a la salud de Martinelli y al bloqueo para que recibiera atención médica, Rubio sentía temor de que en el futuro cercano fuera demandado, como ya había sido advertido por el propio Martinelli.
Según los Varelaleaks, el 31 de agosto de 2018 Rubio le comparte a su “jefe” una imagen de un manuscrito del expresidente Martinelli, en el que promete que lo demandará por extralimitación de funciones, abuso de autoridad, intento de homicidio, tortura psicológica y violación de derechos humanos.
Rubio, preocupado, le escribe a Varela: “Martinelli amenazando y culpándome de lo que le pase por supuesta tortura psicológica”. A lo que Juan Carlos Varela le responde con dos cortos mensajes de WhatsApp, asegurándole que eso no será así, intentando tranquilizarlo.
Luego son los abogados de Martinelli que le envían documentación, advirtiéndole de violaciones a los derechos humanos y futuros recursos legales.
Un dubitativo Rubio vuelve a consultarle a Varela qué debe hacer: “Le contesto?”. La respuesta es que no haga nada, y el ministro obediente responde: “Ok”.
Pero a tal punto llegó la sumisión del ministro Rubio en el tema Martinelli que, incluso, los comunicados que difundía en redes sociales y en el sitio web del Ministerio de Gobierno tenían primero que ser avalados por Varela.
Por ejemplo, en septiembre de 2018 se emite un comunicado en el que El Renacer sanciona a Martinelli por haber, supuestamente, incumplido órdenes y proferido amenazas a los custodios.
Rubio presenta el documento sancionatorio ya redactado para su difusión, pero no le gusta a Varela, quien le manda de vuelta redactado el primer párrafo, ordenándole que lo corrija tal como se lo envía. Otra vez sumiso, Rubio responde: “Voy”.
Pero tal vez la más vergonzosa de las acciones de Rubio fue apartarse del papel neutral que debió cumplir, en simple apego a la ley. Por el contrario, se mofaba de Martinelli, y le llegó a escribir este mensaje a Varela: “Les vamos a ganar”... algo que nunca ocurrió.